—¡Eh, chicos me voy!—. Alcé mi mano en señal de despedida para todos. El día con mis amigos estuvo genial, nos divertimos y lo mejor de todo comimos, es lo mejor que tiene el ser humano en la tierra, eso es la comida y obviamente aparte de los libros.
—¡Adiós Adam!—. Gritó Jason mientras salía del agua para tirarse nuevamente en ella.
—Tenemos una fiesta después de irnos ¿a caso no vas a ir?—. Dijo Jordán poniéndose de pie.
—No, lo siento tengo que llegar temprano hoy llega mi hermano—
¡Eso es mentira quiero ir a comprar el nuevo volumen de mi libro favorito!
La verdad me iba temprano más de lo que tenía pretendido, pero me dio por ir a comprar el nuevo tomo de mi saga favorita, aprovechando que tenía algo de dinero, no era tanto pero me alcanzaba para mis fines. La tienda no estaba lejos, un par de cuadra en dirección opuesta a donde se encontraba mi casa.
Caminé pateando un piedra como un niño pequeño mientras pensando en mi vida.
Tengo que encontrar un equilibrio en mis tiempos.
Pensaba, me pasaba muchas horas al día, al menos unas 5 horas para leer, pero ¿Cómo mi afán por la lectura se convirtió en un vicio? Pues cuando tenía diez años mi padre murió en un asalto, yo estaba con él cuando el hombre le disparó, porque no quería entregar su dinero. Es irónico pasé meses sin querer nada, sin comer, sin ir a la escuela y fue allí cuando en uno de los escritorios de mi padre encontré un libro "La razón de estar contigo".
Se trataba de un perrito que moría y volvía a reencarnar muchas veces pasando por diversos dueños como policías, estudiantes, pero el quería a encontrar a su chico que era el dueño que más le marco en sus distintas vidas anteriores y siguió reencarnando hasta que lo encontró. Recuerdo que en partes del libro lloré de emoción, no podía aguantar, la lectura me abrió un mundo en donde me desconecto de tantas noticias de robos, asesinatos, de políticos estafadores y corruptos. Es lo mismo que nos ofrece la música, desconectarnos del mundo exterior.
Solo que yo sé que estoy mal, a veces no puedo distinguir la realidad y la fantasía o sucede que no reacciono en los momentos, solo imagino siempre un tal vez. Eso por parte es frustrante he llegado a perder a personas por tratar de parecer mi vida un libro, es estúpido sé que estoy mal en eso, sin embargo, lo hago inconscientemente, la fantasía es malo en relaciones amorosas y yo lo sé por experiencia, que tonto de mi parte.
Entre a la tienda con la mirada baja, el ambiente era acogedor, era como entrar a una casa con toda una familia que te quería.
Al parecer habían remodelado todo el lugar, estaba mejor decorado tenía un estilo contemporáneo, cuadros abstractos y coloridos, pero lo mejor era la zona de descanso donde se podía quedar uno y leer.
Vale solo una hora, solo una Adam.
—¿En que te puedo ser útil?—. La chica que atendía el lugar sonrió, era realmente hermosa, quedé casi ciego al verla.
—E-emm... si, busco el nuevo tomo de "Razones infinitas" ¿Lo tienes?—. Me acerqué al mesón en donde ella se encontraba detrás.
—Creo que no, pero déjame preguntarle a mi padre, no me demoro nada—. Su voz era tan suave, se veía como una chica que le gustaba la lectura, su pelo no sabía de que color realmente era, ya que lo tenía pintado de celeste iba intensificando su color a medida que llegaba hasta sus puntas, se veía como una chica de libros.
Tengo que despertar...
—Si, eres suertudo, era el último que quedaba—. De vuelta sonriendo con el libro en su mano. —Es una buena elección solo que... —. Levanté la ceja en señal de duda —Es más de chicas—. Su risa era aún mejor que su sonrisa de antes, pero tenía razón era un libro más de chicas, a pesar de eso me gustaba leer todo tipo de texto.
ESTÁS LEYENDO
Mi Amor X Un Libro
Teen Fiction¿Qué pasaría si el afán por leer lo llevamos a otro extremo? O mejor dicho ¿Te gustaría que la vida fuera un libro de fantasía en donde todo puede pasar? Pues solo te diré que si respondes un "sí" eres como Adam, un chico de 17 años que le encanta...