TN:
Una chica que lleva años viviendo en España, Madrid y fan de Tarifa, Logan, Shooter, Salva, Viruzz, Grefg, Agustín, Ampeter, Goorgo, Alpha, Rafita, Rubius y demás. Nunca ha podido conocer a sus ídolos; ella los conoce hace 2 años y ella anda en...
–Ya te he dicho que tú y yo, lo nuestro, se acabó... Eres un puto baboso y un pesado.
–Quiero que sepas que tú sigues siendo mía, ¿vale TN? –Intentó agarrar mi barbilla, pero entonces llegó esa chica de 1'70; agarró a Diego y lo sacó a la carretera.
–Ella no te quiere ya. Tira para tu casa o te llevo de una bofetada, payaso.
Diego echó a correr.
–¿Tienes todo? –Me preguntó Yami, como si nada hubiese pasado.
–Eh- ah, si si.
–Va, voy a por la moto.
Mi casco:
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El casco de Yami:
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A los pocos minutos nos encontrábamos frente un starbucks.
–Enana, baja que aparco la moto.
Yami aparcó la moto y las dos juntas entramos.
–Buenas tardes chicas, ¿que van a querer? –Preguntó un cajero, antes de siquiera llegar a la barra.
Cajero:
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–Hola. Pues yo quiero un capuchino y un muffin, por favor. –Pedí.
–¿Y tú guapa? –Preguntó el cajero, mirando fijamente a mi amiga.
–Pues... Un frapuchino, un muffin y tu número... Guapo. –Respondió ella.
–Vale, en un momento os llevo el pedido. –Sentenció, guiñando un ojo a Yami.
Fuimos a sentarnos a una mesa un tanto alejada del bullicio. Pasamos unos minutos hablando hasta que el cajero que nos atendió se acercó con una bandeja.
–Tomad guapas, vuestro pedido. –El cajero miró de nuevo a Yami, que se sonrojó sin poder remediarlo.
–Gracias. –Dije sonriendo. El cajero se retiró y Yami guardó el trozo de papel que contenía nueve números, junto a un pequeño corazón.
Mientras tomábamos el pedido, comenzamos a divagar.
–¿Has visto el nuevo vídeo de Viruzz? Parece que todos esos "sube vídeo, vago" han despertado algo en él. –Dijo, soltando una carcajada, que hizo que varios clientes se girasen.
–Si lo he visto... –Dije, un tanto desanimada.
–Niña, ¿que pasa?
–Tarifa, no ha subido vídeo.
–Tía, ni modo, en cuanto menos lo esperes verás una notificación de Tarifa.
–Eso espero. –Sonreí.– Oye guapa, ¿me llevas a una tienda a por el Fortnite? Por favor.
–Tía, eres un coñazo. Te llevo si me acompañas a por ropa.
–Tía, eres una pestuza. Vale, pero primero a por mi juego.
