Lessya
Corre, y no dejes que se apague el fuego de tu corazón.
Todas las noches soñaba con una mujer diciéndome eso, era una voz desconocida, que no podía identificar de ninguna forma.
No creería que fuera algo relevante si no se repitiera una y otra vez, noche tras noche.
Mi madre decía que probablemente era mi cerebro jugándome una mala pasada, pero yo no estaba tan segura.Mis pensamientos se vieron interrumpidos por mi hermano menor.
-Dice mamá que el almuerzo esta listo.
-Dile que iré en unos minutos, debo cambiarme...- observe sus ojos y vi que no estaba bien- Dylan... ¿Que te sucede?- a veces detestaba a mi hermano, pero no podía verlo triste, me hacia mal.
-Yo... Hoy...- las lágrimas empezaron a salir de sus ojos como si de cascadas se tratara.
-Tranquilo, ven- él se acercó y me abrazó.-Respira y cuéntamelo.
-Unos chicos me dieron una golpiza... Y... Y me llaman pobre... Y también me dicen que no tenemos dinero ni para comprar comida...- las lágrimas volvieron con intensidad interrumpiendo la explicación de Dylan.
No eramos ricos, eso es verdad, pero no somos pobres... Mi madre dice que sobrevivimos a los impuestos.
-Tranquilo hermanito, no somos pobres, tenemos ropa, comida caliente, una casa, y una familia muy linda. Y tú, me vas a decir quienes fueron los que te dijeron esas cosas horribles, ¿si?- el asintió con la cabeza y secó su cara.
-Vamos vamos, ¡la comida se enfría!- la voz de mi madre llego a nuestros oídos, lo que hizo que Dy saliera corriendo al comedor.
Me cambie rápidamente y fui a comer con mi familia.-¿Que tal tu mañana mamá?- las preguntas de rutina nunca faltaban en los almuerzos de mi hogar.
-Ha estado bastante bien cariño, pero tus ronquidos no me dejan pensar de a ratos.
-¡Mamá! Que no ronco tanto.
Las risas se oyeron en la mesa, no había cosa mas linda que estos momentos.Luego de comer le dije a Dylan que íbamos a ver quienes eran los bravucones que le habían maltratado.
Me señalo dos chicos altos, de 14 o 15 años de edad.
Le hice ir a casa y me quede observándolos un buen rato.
-Tenemos una admiradora- oí que uno susurraba- pero no parece estar muy contenta.Se acercaron a mí sonriendo.
-¿Te podemos ayudar en algo?
Esboce mi mejor sonrisa.
-Vine a hablar con ustedes, quisiera dejarles unas cositas en claro...- hasta ahí mi voz había sido totalmente cordial pero no duraría mucho- ¡Si vuelven a acercarse a mi hermano voy a hacer que se arrepientan toda su vida! , ¡¿oyeron!? Y mas les vale no intentar hacer nada mas que afecte a mi familia porque sino...- me acerque a uno de los dos y le di un puñetazo en la mandíbula- esto, no va a ser un solo puñetazo, con mi familia no se juega, pedazo de imbéciles.- me di la vuelta y camine dos pasos antes de gritar de nuevo- Que les quede claro. Idiotas- me aleje a paso firme y con una sonrisa autentica en mi rostro.Para cuando volví a mi casa mi padre ya se había ido a la fábrica de nuevo. Él volvía a la hora de almorzar, luego se iba de nuevo, volvía para la cena y para dormir y se iba muy temprano en la mañana. Lo veíamos muy poco, pero sabíamos que nos quería y por eso trabajaba tantas horas.
Al llegar mi madre me esperaba sentada en el sillón.
-Lessya...- mi madre me llamo con un tono preocupado- me he enterado de que golpeaste a unos chicos... Ya te dije que no son conductas de una señorita.
-Mamá ellos golpearon a Dylan, no podía dejar las cosas así, además, no sabes las cosas horribles que le dijeron.
-Pero hija... No todo puedes resolverlo golpeando...
-Mamá, te pido que me disculpes, pero esos dos se merecen mas que un puñetazo. Y otra cosa, ¿como te enteras tan rapido de las cosas?.
Ella sonrió- secreto de madre.Salí de mi casa para ir a comprar vegetales y carne para una comida que quería hacer mamá.
Me gustaba hacer eso, podía pensar en mis cosas.Ya regresando a casa estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando fui por otro camino, uno que parecía mas oscuro y tenebroso. Pero ya no podía volver, tardaría mucho mas si daba toda la vuelta.
Camine un poco mas hasta que sentí que me agarraban de las muñecas, intente safarme para ver quien era la persona que me tenia agarrada, pero era mucho mas fuerte que yo.
Escuche una risa estruendosa que me dio un escalofrío.
-Vaya vaya vaya,- hacia un silencio muy raro al pronunciar cada palabra- miren lo que tenemos aquí, ¿no eres tu la chica que se hizo la mala con Ghino y Peter? La verdad por como se le ve de hinchada la cara debes golpear bien.- el dueño de la voz se puso frente a mí, lo observe y supe quien era al instante.
-Jhann- hable con determinación, conocía a este estúpido, no dejaría que me intimidara.
-Veo que me recuerdas...- agarro mi cara por la mandibula, yo me safe.- no estas en una posición en la que puedas ser tan... Temeraria...- rió un poco.
-¿Que es lo que quieres?
-Eso es difícil, quiero tantas cosas... Pero lo que tu me puedes dar nadie mas lo puede hacer.
-Dilo de una maldita vez, ¿que quieres?- ya me estaba cansando de esta mierda.
-Quiero que te unas a mi pandilla, serias de mucha ayuda.
-Jamas, nunca voy a formar parte de una pandilla, y menos de la tuya.
-Te recuerdo que no estas en condiciones de negarte.
-Puedo negarme cuanto yo quiera, no puedes obligarme.
-¿Tu crees que no?- aparecieron mas personas atrás de él, efectivamente... Su pandilla.
-No puedo... Realmente no puedo...- hizo una señal con su dedo de que guardara silencio.
-Entonces... Deberás ayudarme... Algo que no tiene que ver con la pandilla, algo que tiene que ver con esto- busco algo en su cuello y me lo mostró, era una piedra extraña, que parecía ser de distintos colores.-¿Sabes lo que es?- negué con la cabeza- es una piedra mágica... Mas bien, la piedra mágica, esta piedra le perteneció a mi tatara abuelo, Hent- recordaba ese nombre, había leído de él- se la dieron los elfos, porque el era el elegido, y ahora soy yo... Yo debo ser el rey... Y tu me ayudaras con eso.
-¿Como yo podría ayudarte con eso Jhann?
-Tu lees y estudias mucho sobre esto, todos en el pueblo sabemos que te gustan las historias del pasado... Creo... Que me ayudarás a averiguar como se utiliza.
-No estoy segura, no hay muchos detalles en los libros- sentí como la persona que me tenía de las muñecas me soltaba- pero puedo investigar, te diré todo lo que sé.
-Juralo- eso me tomo desprevenida, los juramentos aquí eran muy en serio, si uno de los dos traicionaba el juramento el otro podría hacer lo que quisiera en contra del traidor, y la justicia jamas se metería. Algo estupido a mi parecer.
-Lo... Lo juro- la sonrisa de jhann se ensanchó.
-trato hecho. Sueltenla. Que vaya a su casa.Me dejaron ir y yo apreté el paso para llegar cuanto antes a mi hogar.
Ya se estaba ocultando el sol para cuando llegue.
-Hija! Lessya! ¿Que sucedió? ¿Por qué tardaste tanto?- mi madre estaba muy preocupada, y parecía haber estado llorando.
-mamá, la pandilla de Jhann, me agarraron y me obligaron a hacer un juramento, de que debía ayudarlo a utilizar una cosa mágica.
-Ay hija, que cosa horrible...- se quedo callada un momento- debo... Darte una noticia...- una lágrima cayo por su mejilla- tu padre...hubo un gran accidente en la fabrica y... Tu padre murió...- las lágrimas cayeron de mis ojos tan rápido como mi mamá pronunció esa ultima palabra.
-No... no no no, no puede ser, no, él no, se deben haber confundido, él no puede ser. Es imposible, no, no, ¡no! ¡No! ¡No puede ser!- mi madre me abrazo lo mas fuerte que pudo y me dejo llorar en su hombro.
-Debemos irnos, a otro sitio, debemos vender la casa, sin ingresos no podremos subsistir - mi madre hablaba entre sollozos, podemos quedarnos con tu tía Ibeth, ella siempre los quiso a ti y a tu hermano.- ella hablaba para distraerse, siempre que se sentía triste lo hacia.- Vive en una casa muy linda, tiene muchas habitaciones, y tiene bastante dinero, ella podrá tenerlos mientras yo busco trabajo.
-Si mamá, la tía Ibeth , si.- no podía parar de llorar, pero debía decir algo para que mi madre dejara de pensar y hablar así.Al otro día fue el entierro de mi amado padre, había vivido una hermosa niñez junto a él.
Mi madre lloraba, yo lloraba, mi hermano lloraba. Pero nadie mas, porque nadie mas que nosotros estaba allí.
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Los dragones de los cuatro elementos
Fantasy> Lessya sera la primera, la más fuerte, de carácter agresivo, valiente y temeraria. Tael el segundo, el mas inteligente, el estratega y pensador, el inquebrantable. Eshan el tercero, el mas duro a la vez de comprensivo, nunca se rendirá. Beth la cu...