Mi sexy vecina-DOFIA - Adaptada- [TERMINADA]

Capitulo 13

Hola a todos!!primero que nada quiero disculparme por no haber subido capítulos,como anteriormente dije no estuve bien de salud y me tuvieron que operar,el día de ayer me dieron el alta asique subiré mas seguido.

Por otro lado pensé que ya les había dicho u escrito que la historia es corta, y por eso puse en el capitulo anterior quedaba poco para el final,mil disculpas por eso también. 

Ok!Aca les dejo el capitulo,disfruten y voten!!

Saludos M!

PD:Muchas gracias por los votos,comentarios y lecturas!!

CON Sofia:

Sofia descolgó el teléfono y marcó el número de memoria. El timbre del teléfono un par de veces antes de que una voz alegre y familiar contestara:

Pau: ¿Si?

Sofia: Hola Pau!.

Pau: ¡Sofi! –la reconoció su Hermana feliz- ¡Cuánto tiempo sin hablar! –que cosa más cierta, últimamente Sofia había estado absorta en un mundo increíble y no quería salir de él, pero era hora de hablar.

Sofia: Si, mucho. –Tenía que ir al grano- Pau, ¿podemos quedar?

Pau: Por supuesto, cuando quieras, solo dime donde y a que hora, y allí estaré.

Sofia: Bien.

Después de quedar con su amiga colgó el auricular y miró la cama deshecha. Dove nunca la ayudaba a hacerla, siempre acababa haciéndola ella sola.

Ya era habitual que ambos durmieran en la misma cama, casi podría decirse que convivían juntos.

Después del primer fin de semana que Dove la llevó a cenar, se habían visto habitualmente, alguna de las dos buscaba una excusa para presentarse en la casa de la otra; azúcar, un poco de aceite, comentar algo, creer que se había dejado una prenda...

Un día Dove había decidido dejar de lado las malditas excusas que ambas sabían que eran inciertas.

Dove: Hola –dijo cuando ella le hubo abierto la puerta.

Sofia: Hola, ¿Qué pasa?

Dove fue a buscar algo que decir, pero ¿para qué?

Dove: ¿Busco una excusa, o mejor aprovecho el tiempo en otra cosa? –había preguntado Dove, y sin más cortesía la había besado.

Ahora podría decirse que vivían juntos, quedaban para comer, cenaban juntos, dormían juntos...

Y ambas eran felices, lo pasaban bien, era increíble.

Pero las dudas no dejaban a Sofia tranquila, el remordimiento. A pesar de que se olvidaba de todo cuando estaba con Dove, cuando se sentaba sola los pensamientos la acosaban; ella no debería estarse acostando con Dove, ella debía de hacer lo contrarío, había ido a eso.

Sin embargo era en lo último en lo que quería pensar.
No quería alejarse de Dove. No quería dejarla.

Se estaba enamorando.

Mal asunto.

Dove era la ex de su hermana: Paulina. Y le había partido el corazón sin más. Aquello estaba mal, no quería que su corazón sufriese, y a parte de eso, no podía estar con la ex de su hermana.

¿Qué diría Pau?

Hasta ahora no había habido problema ninguno, era tan solo sexo: un sexo magnifico, pero sexo.

Cero compromiso, cero todo.

Sexo.

Pero ahora iba a más, no tan solo era sexo. Hacían el amor. Aquellos sentimientos que los inundaban.

Quizás debiera de alejarse de Dove sin más, dejarla y ya está.

Podría...

Antes hubiera podido hacerlo... antes, ahora ya no, no después del episodio de la noche anterior...

Dove había llegado de trabajar, y directamente había llamado a su puerta.

Dove: ¡Hola, preciosa! –había dicho a modo de saludo, antes de abrazarla y besarla.

Sofia: Hola, ¿me vas a contar que te pasa? –había preguntado ella.

Dove: Por supuesto, te concierne totalmente.

Estaba contenta, ella era feliz al verla así, e igualmente un fuerte nudo le apretaba el estómago. ¿Qué la había puesto así, y que tuviera que ver con ella?

Sofia: Bueno, cuéntame.

CON Dove:

Claro que le iba a contar. Llevaba semanas pensando en ello, sin aún querer dar el paso, inseguridad. Esa era una palabra que definía como se sentía. Pero el estar, el pasar tanto tiempo con Sofia lo había hecho cambiar de parecer. Se lo iba a decir.

La cargó en sus brazos y se sentó en el sofá con ella, jugó con su pelo, le dio un beso en la mejilla.

CON Sofia:

Dove: He estado pensando... -mal asunto, aquello no sonaba bien- verás, creo que estamos muy bien juntas... -el asunto se ponía peor- nos divertimos, reímos, casi vivimos juntas, y somos dinamita en la cama...
-«Dios, dios»- y he pensado en ello. Llevamos casi dos meses juntas, y no juntas... -que se la tragara la tierra- estamos bien así, es algo que me gusta... -bien- pero creo que podemos intentar tener algo más.

Sofia: Eh... -él puso un dedo sobre sus labios.

Continuara...