Cenicienta

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Gloria me mira con cara de querer una respuesta pero no sé qué decir no quiero mentirle pero tampoco quiero preocuparla, porque tengo esa sensación de que si digo una palabra voy a romper en llanto.

-Estoy bien Gloria, no me puedo torturar toda la vida.- No sé cómo lo hice pero me siento fatal, me he convertido en esa persona que nunca dice lo que piensa ni lo que siente, dicen que no hay nada mejor que desahogarse con alguien pero yo no puedo hacerlo no me gusta esa expresión de lastima en la gente.

-Pero no es cualquier cosa lo que te pasó, es perfectamente normal si te sigue afectando, cualquier persona quedaría traumada.- ella me conoce mejor que nadie y sabe que le estoy mintiendo.

-Sí, supongo que no tengo sentimientos entonces.- me rio pero ella solo parece seria y noto tristeza en su mirada.

-¿Segura?

-Segura.- ella entiende que no quiero hablar de eso y me sonríe para luego abrazarme, no hay palabras para expresar lo que siento por ella, ha sido como mi madre en muchas ocasiones difíciles.

Luego de salir de la habitación y dejar a Gloria terminar de doblar la ropa a pesar de que prácticamente le rogué que me dejara ayudarla, pero ella sólo me insistió en que "disfrutara la fiesta" yo solo quiero hablar con mi abuela e irme de este lugar.

Me siento en las escaleras esperando que todos se vayan pero parece que esta fiesta va a durar mucho tiempo más, todos están riendo, bailando y bebiendo, mientras que yo la "razón de esta fiesta" esta que muere del aburrimiento en las escaleras.

-aquí van a amanecer créeme- escucho una voz a mis espaldas y hace que me salga una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Gretaa!- me levanto rápidamente y le doy el abrazo más fuerte del mundo, Greta es mi mejor amiga y prima a la vez, aunque nos llevamos unos meses de diferencia ella se ve mucho mayor que yo, es alta y muy hermosa, se le ve por encima que tiene dinero.

-Pensé que no te volvería a ver- me dice mientras me abraza fuertemente.- no sabes cuánto te extrañe, debería ser un delito que te separes de mi Abi.

-Lo sé, y perdona pero tú sabes cómo estuvo todo.

-Si lo sé y perdóname tú a mí por no visitarte, era casi imposible.

-No te preocupes lo importante es que estamos juntas ahora.- la observo y se ve tan linda esta noche con su conjunto blanco y su cabello negro muy bien arreglado, se nota que se tardó mucho en la peluquería.

-Pero mírate como estas, Abi lo siento pero te vez fatal.-se ríe ampliamente y me hace sentir avergonzada.

-No me juzgues, no pensé que estaría todo este circo cuando llegara.

-Ven conmigo, seré tu hada madrina, cenicienta.- me extiende la mano y subimos las escaleras, estoy muy feliz en estos momentos, Greta se las ingenia siempre para ponerme de buen humor, de tan buen humor que voy a dejar juegue conmigo como una muñeca, sin embargo una parte de mí se siente mal por verme como me veo y estar rodeada de gente muy elegante.

Estamos en su habitación que es demasiado linda, es súper grande y parece la típica habitación de adolescente llena de peluches y objetos coloridos.

Greta tiene el don de transformar a un ganso en un cisne, y yo no soy la excepción, estoy petrificada frente al espejo, no parezco yo, parezco más como las personas que están abajo, me maquilló como toda una profesional y le agradezco al universo que hubieran mandado a Greta a comprar este vestido, es corto pero abultado en la falda como bordado es simplemente hermoso obviamente blanco no sé porque eligieron ese color, me hace ver más pálida de lo que soy. Luego de terminar de alizar mi largo cabello me quedo parada frente al espejo observándome fijamente, jamás me había sentido tan bonita, la verdad es que nunca me importo, Greta siempre fue mi alter ego, muy femenina, mientras que yo parecía más un niño y no en el buen sentido, nunca me importo nada lo que debería de gustarle a una niña y no soy para nada femenina.

-Sabía que no podía morir sin antes verte maquillada- me lo dice mientras me mira por el espejo.

-Estoy sin palabras- Greta me observa con una gran emoción.

-Tú ya eras hermosa, solo necesitabas una ayuda.- le doy una mirada escéptica mientras ella se ríe.

- es enserio mírate, tienes el pelo castaño claro y muy largo y esas cejas tan únicas, cualquiera mataría por tener esas cejas y esos ojos tuyos.

-¿Te estas enamorando de mí?- nuestras carcajadas suenan por toda la habitación y ella me lanza una almohada.

-Hasta quien sabe de pronto consigas un novio.

-Tú sabes que no me interesan esas estupideces.

- lo sé pero es porque nunca te has sentido atraída por nadie, es más si no te hubiera visto besando ese poster de Damon Albarn me atrevería a decir que eres lesbiana.

-Cállate- le digo mientras me rio y le devuelvo la almohada.

-¿Bajamos?

-Bajemos.

Las palabras de Greta retumban en mi cabeza, jamás me he enamorado, ni siquiera me ha gustado un chico, nunca he besado a nadie y he llegado a la conclusión que moriré virgen.

Pero es porque nunca me ha interesado nada de eso, solo veía películas románticas cuando Greta me obligaba y casi siempre me quedaba dormida. Gloria dice que es un trauma pero yo no lo veo así, solo sé que el amor no es tan hermoso como lo pintan en las novelas, las personas que crean ese tipo de cosas saben muy bien que hay adolescentes y viejitas solteronas que sueñan con un amor irreal y se sientan frente a la tele con un litro de helado y una caja de pañuelos para sonarse los

El amor solo es algo comercial. 

Tiempo Antes Del TiempoWhere stories live. Discover now