Encuentro

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Estoy a borde de un colapso nervioso así que respiro hondo y decido calmarme, solo entras se lo dices y sales...me repito eso una y otra vez en mi cabeza. Llegamos a la entrada de la casa y el chófer dice su nombre en una pantalla que está a la izquierda, hay una enorme reja y muros a los lados, escucho un ruido y se abren las rejas automáticamente para dejarme ver una larga calle llena de árboles a los dos lados, siento que todo está pasando en cámara lenta se siente muy irreal estar aquí, puedo observar la gran fuente que está en la entrada y esa casa que me da tanto escalofrió, es una mansión muy grande y hermosa con cierto aire de victoriana. El chófer apaga el auto y se baja en ese momento cierro mis ojos y me doy una respiración profunda ciento mi corazón en la garganta, el hombre me abre la puerta del auto y prosigue a bajar las maletas de la cajuela de atrás mientras yo observo cada detalle de esta casa.

Pasan unos segundos que en mi mente son como años hasta que me decido a subir las escalas de la puerta principal estoy tan nerviosa que cuento cada uno de los escalones hasta llegar al último por fin llego y toco el timbre, respiro hondo una vez más hasta que abren.

-¡Llegaste!- dice Gloria la señora de la limpieza para luego abrasarme muy fuerte, la quiero mucho, de ella si me acuerdo perfectamente cuando me cocinaba y me contaba historias sobre su pueblo, le doy gracias al cielo que me haya abierto la puerta ella.

-¡Gloria!- la abrazo lo más fuerte que puedo- te extrañe demasiado.

-Y yo a ti preciosa, mírate estas bellísima- me dice con una enorme sonrisa más allá de las palabras.

-Muchas gracias y tú igual- le devuelvo la enorme sonrisa

-Entra te están esperando- me dice para luego empujarme adentro de la casa.

Puedo notar que está casa está más linda que la última vez que estuve aquí, aunque no me sorprende mi abuela siempre ha sido muy extravagante con todo, hay unas enormes escaleras de dos subidas y en medio de ellas un pasillo.

-¿Dónde están?- volteo a ver a Gloria quien me esa mirando con esa amabilidad tan típica de ella

-Todos están en la sala de estar- esas palabras me hielan la sangre, ¿todos? Oh no, definitivamente no estoy lista para esto

Después de caminar unos pocos pasos llego a la gran entrada de dos puertas y sé que todos están al otro lado, podría jurar que escucho sus respiraciones desde aquí, -respira tranquila a la cuenta de tres...1, 2-...respiro muy hondo,- ¡3!

Cierro mis ojos y entro de golpe.

En cuanto entro veo mucha gente que estaban hablando y al notar mi presencia todos voltean a verme.

Veo que lo que dijo Gloria era muy cierto literalmente todos están aquí, hasta personas que no conozco.

-¡YA LLEGO!- Dice una persona y en un segundo todos están sobre mi abrazándome pero no reconozco a nadie hasta que escucho su voz.

-Por el amor de Dios la van a ahogar- dice mi abuela dirigiéndose hacia mí, siento que todo está caminado en cámara lenta se ve tal y como la recordaba...elegante y muy bien arreglada, mi abuela tiene esa cara de nunca haber lavado un plato en su vida ni de haber cambiado un neumático. Esta vestida con un vestido de dos piezas blanco para poder resaltar sus joyas con grandes piedras, tiene una copa de champaña en la mano derecha y en la otra la tiene estirada para abrazarme, mi abuela es demasiado joven, se casó muy rápido y su primer hijo lo tuvo a los 16.

-Me alegra verte Abigail- me lo dice mientras me abraza con su mano libre, huele a colonia cara pero que reconozco muy bien pues es la única que le gusta.

-Hola abuela- le digo respondiéndole el abrazo con una mano, sinceramente es el abrazo más incómodo que he tenido en mi vida.

Tiempo Antes Del TiempoWhere stories live. Discover now