No puedo borrar la marca que dejaste en mi espalda, en mis manos, en mis labios, es que tu toque es tan mágico y tan envolvente que te quedas ahí pero menos he podido borrar la marca que me has dejado en el pensamiento, es que, joder, de ahí no te vas pero puedo decir que quiero que te quedes; dándome la guerra y dándome la paz.
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Versos intactos
CasualeVersos de una nefelibata, aparentando estar a la deriva pero con la plena certeza de que llegará a algún lado.