Esa persona que sacudió mi inocente niñez llego como un tranquilo viento y se fue como un terrible huracán.
La conocí a la edad de ocho años, era un feto todavía pero en ese momento pude experimentar lo que los adultos llamaban "Mariposas en el estómago".
Su nombre era Haneul que básicamente significa cielo, ella me hacía sonreír más de lo común, me defendía de esos niños que querían destruirme y me regalaba su alimento cuando la escasez en mi casa no me permitía comer, ella era un ángel, el ángel que construyo mi infierno.
Era unos años mayor que yo pero eso no me prohibía quererla si no que con un inocente sentimiento quería acompañarla y aprender de ella.
Aprendí sus gustos y costumbres como que ama los días soleados y que cuando come arruga la nariz por miedo a ensuciarla. Sus padres eran policías por eso se interesaba mucho en historias detectivescas o al menos eso pensaba yo; cada día que pasaba me alegraba de verla pero poco a poco dejo de ser asi.
Un once de octubre decidí confesarme, había pasado un año de haberla conocido y creía que si me armaba de valor y estaba confiado ella me iba a aceptar pero no fue asi, al hacerlo, ella carcajeó con sus amigos y pronuncio en un tono de burla:
-"Niño al parecer entendiste mal mis acciones, solo te hice un favor, no me gustas, nunca lo harás porque eres gordo, feo y muy estúpido comparado con los chicos de mi edad, ellos si son de mi altura. Ahora lárgate pero no quiero enterarme que le fuiste con el chisme a tu madre porque si lo haces te arrepentirás"- Cuando termino de hablar hice una reverencia y con la cabeza baja me aleje de ese sitio prometiendo nunca volver.
Ella tenía doce.
Yo un corazón roto.
Y ella no sabe que pudo provocar un extraño sentimiento dentro de un niño de nueve años.
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Sentimental
Fanfiction@txecute en la Portada "Me gusta ver a los demás sonreír si el costo es verme llorar"