Heart #3

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Acababa de cumplir catorce y había pasado una semana del nuevo ingreso en la escuela, había hecho nuevos amigos que prontamente se convertirían en mis hermanos.

Ella llego cuatro semanas después, y como todos los chicos me acerque a ella e inicie a hacerle las típicas preguntas.

-"Anaan Badra es mi nombre, provengo de Arabia Saudita, vine aquí por problemas sociales, por favor cuiden de mí en mi estancia en Corea"-

La tercera vez es la vencida o al menos eso dicen.

Fuimos amigos y por primera vez una persona me había enamorado en unas pocas semanas, dos para ser exactos.

Pasábamos tiempo juntos, compartíamos comida. A ella le encantaba jugar baloncesto y yo me ocupaba de animarla y proporcionarle agua, así éramos felices.

Una de mis nuevas amigas me había recomendado mandarle cartas, a ella le parecía muy romántico y tierno, decía que era una manera anónima de confesarme y sin pensarlo lo acepte para luego de unos minutos arrepentirme pero con ella no se podía discutir.

Escribía las cartas en mi computadora y las imprimía, luego se las entregaba a otra amiga y ella se encargaba de colocar las cartas en su mochila, ese era el plan.

La misma chica era más cercana a Anaan y le preguntaba sobre las cartas y que pensaba sobre ellas, respuestas como "Es muy bonito y tierno", "Esa persona poco a poco está ganando mi corazón" , "¿Sabes quién es? Estoy ansiosa" salieron de su boca lo que me provocaba un sentimiento de alegría al saber su reacción.

Un día, en la penúltima carta que le escribí, me respondió expresándome sus sentimientos, escribió que quería conocerme y saber cómo tenía esos dulces pensamientos sobre su persona y al final me decidí.

En la última carta escribiría mi nombre y una amiga se la haría llegar. Eran épocas de exámenes entonces en el penúltimo día se enterara de todo.

Ese día me sentí tan desesperado y ansioso de su respuesta, las horas pasaban y ya habían dado los exámenes que tocaban así que solo estaba esperando a que mi madre llegara a buscarme.

Anaan se acercó y me entrego la carta que yo había hecho, la abrí y leí mentalmente.

Eres tan dulce y tierno diciéndome todo esto pero yo no tengo los mismos sentimientos que tú.

Lo siento en verdad, te quiero pero solo como amigos y espero que esa relación no se rompa.

Sé lo que se siente ser rechazada y no quiero hacerlo de una manera cruel y dolorosa.

Lo siento mucho.

Levante la cabeza y la miré .

-"¿Estás bien?¿No tienes nada que decir?"- Mencionó mirándome a los ojos.

-"Estoy bien, nos vemos mañana"- Suspire e inicié mi caminata hacia el lugar más alejado de la escuela.

-"¿Lo dejaras así ?"- Preguntó y asentí mientras aceleraba mis pasos a ese banco que estaba alejado.

No evitare mencionar que lloré mientras rompía esa carta, nada volvería a ser igual.

Su nombre significa Nubes en la luna llena, las nubes que con la iluminación de la hermosa luna llena se reían de mi dolor mientras me encerraban en este, mi propio infierno.

Prometí que si me enamoraba nunca diría nada, porque callar mis dolores era mejor que nuevas heridas en un cuerpo que ya no aguantaba.

Evitare sentir esto otra vez porque si lo contrario pasa no podre evitarlo, me suicidare.

No estoy jugando.

No otra vez.

No otra vez

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