Chapter 10 - "Noche de estrellas."

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-¿Estas lista?- Jessica me habló mientras terminaba de alistarme frente al espejo.

-Creo que sí- la vi a través del reflejo y me sonrió.

-Te ves hermosa- sonreí.

-Tú igual- ella usaba un hermoso vestido de color rojo haciendo resaltar su blanca piel.


Era largo y con un escote en forma de corazón, su cabello lo había recogido en un pequeño moño y claro, ahora estaba más a mi altura por sus dichosos tacones.

-Vamos- me tomó del brazo.



***



Los chicos se encontraban en el pasillo del hotel esperando a las dos muchachas que faltaban. Todos se veían realmente elegantes con sus trajes y vestidos largos, la gente podría creer que son de la realeza si no fuera por su comportamiento usual.

-Jessica, que hermosa te ves- las chicas del coro la saludaron.

-¿Y Rubí?- la oji-café se giró y alzo los hombros.

-No lo se, venía detrás de mí- vio a sus amigos y notó que Rubius se había quedado con la boca abierta.


Detrás de ella apareció Rubí con su bello vestido de color azul marino y detalles plateados. La falda estaba un poco esponjada haciéndola parecer una elegante princesa. Su cabello estaba recogido en una bella coleta alta y su cabello ondulado.

-No lo puedo creer, te ves...- una de sus compañeras se acerco.

-Y encontraste un vestido con tirantes que te hiciera lucir bien- su amiga Ale asintió.

-Gracias chicas- la morena tomó sus brazos nerviosa.

-¿Princesa?- un chico de cabello castaño y alto le ofreció su mano.

-Rubius, no te reconocí con ese traje tan elegante- ambos chicos se sonrieron.


El coro, sus hermanos, sus amigos y ella subieron a la limusina que los estaba esperando. En el camino fueron escuchando música, jugando, bromeando y de vez en cuando saludando a las personas que veían pasar. Rubí no dejaba de sonreír, se había prometido disfrutar de la velada con todos ellos, no dejaría que Zeref la distrajera de este momento tan especial.

-Hemos llegado- el maestro hizo que guardaran silencio.


La puerta se abrió dejando ver miles de luces y un camino rojo frente a ellos.

-Vamos- el maestro se bajó primero.


Todos fueron saliendo hasta que quedaron solo Rubius y Rubí dentro de la limosina.

-¿Lista?- nuevamente le ofreció su mano y ella la aceptó con gusto.


Primero salió Rubius y detrás de él, Rubí. Las miradas, las cámaras, toda la atención estaba sobre ella. Algunos periodistas ya empezaban a hablar sobre ambos, otros la recordaban como la chica que había grabado una canción con Justin Bieber. La presión de Rubí disminuyo y las luces empezaron a cegarla, se sentía perdida, aunque tuviera a Rubius con ella, sentía que en cualquier momento podría caer.

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