Not in that way ✧ 【 Shawn Mendes 】

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Terminé de entregar mi trabajo extra y salí para la hora de almuerzo. Salí a los patios traseros y me senté bajo un árbol.

Tomé mi móvil y abrí la aplicación de Spotify no sin antes colocarme los auriculares. Me recosté sobre el pasto y cerré los ojos. Me dejé llevar por la música.

—¿Por qué no me perdonas, Clarke?-La voz de Shawn resonaba por mis oídos. No lo encontraba por ningún lado. Me levanté y ví hacia arriba y aún era de día. ¿Dónde está Shawn?

—¡Pequeña Clarke!- La voz de Shawn sonaba diferente, sonaba como cuando aún eramos pequeños.— ¡Corre! -Solo escuchaba su voz pero no lo encontraba. ¿Eso no había pasado hace años? Recuerdo muy poco lo que pasó ese día.

Shawn y yo habíamos ido a la playa con mi familia y la suyo, ambos eramos pequeños. ¿Por qué estoy pensando en esto.

De pronto sentí gotas de lluvia. Espera... ¿Eso quiere decir que me he quedado dormida en el patio?

Desperté de golpe y observé a mis alrededores, ya no había una persona por los jardines de esta secundaria. Las gotas de lluvia aún me caían, así que agarré mis cosas y corrí hacia el edificio. Al cruzar las puertas invisibles nadie se encontraba allí, todos estaban en sus respectivos salones.

¿Cómo se me ocurre quedarme dormida? ¡Y en el patio!

Ví mi hora y marcaban las once y cuarto. ¿Dormí por media hora? ¿Todo el descanso?

Corrí hasta mi salón respectivo y ya estando afuera del aula el profesor me vió por la ventanilla, se acercó a la puerta y abrió.

—Llega tarde, señorita Amelia. -Dijo con los brazos cruzados. -¿Porqué?

—Um... Bueno, este yo...

—¿Sabe qué? mejor ni me diga su excusa. Esta castigada, vaya al salón 136 allí están todos los castigados.

—Entre al salón.-Me dijo. —Le tengo que escribir el aviso.

Entré sin voltear a nadie. El anciano me entregó el papel amarillo con unas letras formando una oración castigo de 1 hora. Tomé aquel papel y salí del salón.

No sabía donde se encontraba aquel salón de castigos por lo que caminé por al menos diez minutos por toda la secundaria. 

— ¿Perdiendo tiempo Kennedy? — Lo que me faltaba. Me volteé a confrontarlo y se encontraba a unos metros de mí. 

— ¿Acaso me estas siguiendo? —Rodé los ojos.

— Para nada, estaba buscando algo...— Me vió fijamente.—Pero en fin, ya lo encontré.

Siguió caminando y pasó delante mía. Su loción pasó por mis fosas nasales y sin previo aviso suspiré. ¡Carajo! Espero no se haya dado cuenta de ello. Al parecer mis palabras no fueron escuchadas y se volteó sonriente y habló.

—¿Y bien? —Mi cara se sentía bastante caliente que no tuve las agallas de subir la mirada.— Oh, ya veo... Estas castigada...— Finalmente lo observó y este se ve aún mas sonriente ¿Qué le picó? —Yo también. —Sacó su boleta amarilla.