Capítulo 2.

26 2 0
                                    

-¡¡¡Jakelyn, es lunes, que llegas tarde!!!

-Marc, Mad, Mason no voy a picar, no es lunes es domingo. Que pena me dais, ah, no, espera, no me dais pena, se siente. Además ¡casi me reventais los oidos!
-Bueno pues por lo menos levántate.
-Vaaaale.
Me levanté y bajé a desayunar. Cogí un bol, eché la leche y los cereales.
-Hoy vamos a ir a la casa del bosque. Dentro de una hora tenéis que estar aqui y llevaros ropa estaremos todo el puente.
-Yo me voy a casa de un amigo a pasar el puente. Gracias por preguntar.-dijo Mad. 
-Vale.
-Ah a propósito he invitado a unos amigos.
-¿A cuántos?
-A pocos.
-¿Mason?
-Bueno, vale a cuatro.
Subimos a la habitación e  hicimos la maleta, metí cuatro camisetas, un bañador, dos pantalones, una sudadera...
Y lo más importante, Milka. Milka... no podría vivir sin él. Es como mi mejor amigo versión chocolate delicioso. Todos lo saben, a si que muchas veces me sobornan, pero me da igual porque consigo mi Milka. Eso sí nadie se mete con mi Milka o me lo quita porque sabe las consecuencias.
Terminé de hacer la mini-maleta y bajé al salón, como siempre era la última.
-Ya era hora, dijimos que dentro de una hora -dijo Mason.
-Bueno... si ya sabéis que llego tarde siempre ¿por qué me seguís hechando la culpa?
-Porque esperamos que algún día cambies.
-No creo que pase.
-Eso no lo sabes.
-¿Nos vamos? O ¿qué?-dijo Marc.
-Sí, es verdad.
Nos subimos a la furgoneta de Mason, era azul metálico, a si que se veía muy bien. Me senté en el asiento del copiloto, me puse los cascos y la música de Charlie Puth. Charlie Puth es mi amor platónico. Dios, cómo puede cantar tan bien y ser tan guapo a la vez... Enseguida me puse a cantar en bajito la canción de One calle away. Y dijo bajito porque si no se quejan mis hermanos y no es una auténtica pesadilla aguantarlos más todavía.
"I'm only one call away. I'll be there to save te day. Superman got nothing on me. I'm only one call away..."
Me encantan las canciones de Charlie Puth pero en especial esta, no se por qué pero me hace sentir mucho en mi. Como si me sintiera identificada. Encima, Dios cómo llega a esos agudos si casi ni llego yo. Impresionante, simplemente impresionante. Miro por la ventana, ya estamos entrando en el bosque eso significa que estamos cerca. La casa es de campo con dos pisos, seis habitaciones y cuatro cuartos de baño; esto en el segundo piso. En el primero o en la planta baja está la cocina y el salón. También tiene un jardín donde jugábamos de pequeños.
-¡¡¡Llegamos!!!-gritó Marc.
Me bajo del coche con los cascos puestos todavía cuando alguien me abraza por detrás.
-¡¡¡¡Jakeeeee!!!!
-¡Dios! casi me revientas los tímpanos. Aunque yo también me alegro de verte Jorge.- le correspondo el abrazo y le doy unas palmadas en la espalda. Jorge y yo somos amigos desde la infancia, tenemos la misma edad aunque no lo parezca ya que está un poco loco. Jorge es cariñoso sobre todo conmigo pero también muy protector, recuerdo cuando yo tenía 13 años que unos cinco chicos de 15 años se metieron conmigo él les plantó cara y ¡él solo! Aunque a veces también es al revés, a veces yo lo tengo que sacar de los problemas que la mayoría de las veces las proboca con sus gilipolleces.
- Holap chicos - dice Carlos.- Hola Jakelyn no sabía que vendrías.
-Ya te he dicho que no me llames así idiota.
-Y yo te he dicho que no me llames idiota - dijo poniendo una sonrisa burlona en su cara.
Este es Carlos es el deportista del grupo que digamos, a él lo conocí un día que vino a casa a comer cuando yo tenía 6 años y él 8. Él va a la clase de Mason y son bastante amigos aunque no los mejores.
Según Mason faltan dos chicos todavía, me puedo imaginar que uno será Luck su mejor amigo, pero el cuarto...

Nota de autora.
Escribiré cada fin de semana. Este que es carnaval escribiré más de uno, espero que los disfruten y... ¡feliz carnaval!

Un demonio entre ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora