Ya pasaron dos días desde que vi a aquella rubia misteriosa. Hoy por fin es viernes, un día demasiado aburrido.
Ansiando a que terminen las clases espero en la clase de Biología. Una vez ya terminada la hora me voy a mi casa. Extraño a Angie que está enferma desde ayer. Si, ayer, aunque haya pasado solo un día mi día es aburrido sin ella.
Cuando llego a casa saludo a mi madre y a Grace que están en la cocina. Saco el pote de helado de la heladera y me voy directo a mi cuarto, una vez ahí enciendo el tele que está arriba de una mesa y me siento en mi cama a comer helado. Soy feliz engordando con helado de crema de arándanos, es mi favorito aunque a muchos no les guste.
Miro las noticias y hay algo que me dejó realmente los pelos de punta.
''En otras noticias; Ya pasaron dos semanas de la desaparición de la chica de 17 años Emma Novik.— En la pantalla está la foto de la rubia que vi afuera del bar del día de mi cumpleaños, sonriendo a la cámara despreocupadamente.— No se han encontrado rastros de Emma, tampoco hay sospechosos. Si saben algo de ella por favor, marquen al número en pantalla. La policía esta buscando pistas para encontrar a esta joven. Su madre, padre y hermana están muy preocupados.— Después de esas últimas palabras siguieron hablando de otro tema. Esta información me dejó helada. Temblando me fui al baño de mi habitación y abrí el agua caliente para relajarme un poco.
Después de dos horas bañándome, cambiándome y peinandome, entra Grace a mi cuarto sin tocar y se para al lado mio.
—¿Quién es? Ah, Grace si claro pasa. Menos mal que tocaste la puerta, pude haber estado desnuda o quien sabe.— Digo sarcástica mientras me hago a un lado para que Grace se acueste al lado mio.
La desventaja de ser la que tiene el televisor en su cuarto, es que cuando Grace quiera ver tele en mi cuarto la tengo que dejar, aunque admito que muchas veces me divierto mucho con ella.
—Veamos ''Dear John''— Dice Grace sacando una cuchara y comiendo su helado de vainilla que se trajo cuando llegó.
—Va a ser la cuarta vez que la veamos en esta semana. Ahora veamos otra cosa.— Dije ya cansada de ver esa película siempre.
Después de discutir por unos treinta minutos pusimos Dear John, aunque la vi muchas veces me encanta esta película, lo admito, pero cuando ya es la cuarta vez en la semana viéndola, cansa. Y mucho.
Después de ver cuatro películas más, Grace se fue a su cuarto y yo me fui a lavarme los dientes y a cambiarme por un pijama más calentito. Estamos entrando al invierno y el clima esta muy fresco. Me tapo con las frazadas de mi cama y miro al techo esperando a que me llegue el sueño. Después de pensar en millones de cosas, se me van cerrando los ojos.
No sé cuanto tiempo cerré los ojos, pero siento como si hubiesen sido unos 10 minutos, cuando escucho un ruido afuera de la ventana, no le hago caso ya que me da flojera pararme y ver que pasa. De seguro es un gato o ramas del viento golpeando afuera.
Escucho el ruido de la ventana tratándose de abrir y se que no es un maldito gato o una estúpida rama.
!Alguien me quiere robar¡ ¿Que carajos hago? Piensa Sarah. Mierda, en situaciones así siempre me quedo en shock.
Me levanto despacio y agarro algo para tratar de defenderme. Está muy oscuro así que no alcanzo a ver que agarré.
Me voy lentamente a lado de la ventana sin hacer mucho ruido y me quedo al lado de una mesita que tiene una lampara.
Cuando veo a alguien entrando a mi habitación prendo rápidamente la lampara y levanto el objeto de mi mano, listo para golpear a quien quiera que sea la persona que esta entrando a mi cuarto.
Una vez la habitación iluminada veo una cara más o menos conocida para mi, que no veía desde hace dos días, con una mirada confundida y una sonrisa burlona.
Maldita rubia, me dió el susto de mi vida.
Suspiro aliviada al verla. Pero al darme cuenta de la situación frunzo el ceño y la miro interrogante.
—¿Que carajo haces aquí?— Le pregunto un poco confundida y asustada.—La policía te esta buscando. ¿Lo sabías?
—Lo sé.— Me dice despreocupada.
—Espera, si estas aquí, pensaran que te secuestré.—Digo alterándome, agarrando mi cabello y caminando de lado a lado.—Me llevarán a la cárcel y me culparan de secuestro.
—Tranquila, nadie, literalmente, nadie sabrá que estuve aquí.— Me dice todavía muy tranquila.
—¿Porqué dices eso?— Digo enojándome por su tranquilidad.— Pueden haber testigos que te hayan visto entrar ilegalmente, a mi casa.— Remarcando la palabra ''ilegalmente'' la miro frunciendo el ceño.— Ah, hablando de eso, !¿Que carajos haces aquí?¡— repito la pregunta, que no respondió, medio susurrando y medio gritando. No quiero que se despierten ni Grace y tampoco Mamá.
—Necesito pedirte un favor.— Me dice con una mirada suplicante. Le estoy por responder pero me interrumpe— Y antes de que me digas que no, por favor, escucha lo que te voy a decir.— La miro atentamente para que sepa que la estoy escuchando.—¿Recuerdas que cuando nos conocimos, tu amiga no podía verme?
—Espera, esa escena fue parte de mi imaginación.— Le digo confundida.— Digo, ¿Porqué no podría verte ella y yo si?
—Eso te iba a explicar antes de que me interrumpieras.— Me dice con mala gana. Yo la miro y susurro un inaudible ''Lo siento''.— Verás, han pasado los días, yo intentando comunicarme con mi familia o tratando de hablar con gente de la calle, pero por alguna razón ellos, o me ignoran, o literalmente no me pueden ver.
Me empiezo a reír sarcásticamente y ella solo me mira confundida.
—Claro, ahora entiendo todo. Crees que voy a caer en tu estúpida broma y que me voy a creer todas las idioteces que dices.— Ahora frunzo el ceño y la miro enojada.— ¿A donde está la maldita cámara, eh? ¿No deberías ir a hablar con tus padres y tu hermana que están muy preocupados por tu desaparición en vez de estar aquí y haciendo estúpidas bromas?
Emma me mira muy seria.
—Sarah, no seas cabeza hueca. Escúchame.— Me dice seria y yo me quedo callada esperando a que hable.—¿Alguna vez has hablado con alguien que solo tú podías ver?
Confundida, recuerdo cuando mi tía Julia murió y aquel niño, Nate, me hablaban y todos pensaban que estaba hablando sola. Me convencieron de que todo era mi imaginación, que a mi tía Julia la extrañaba mucho, entonces imaginaba conversaciones juntas, y que Nate era un amigo imaginario.
—Por tu cara pálida veo que si. Como sea, a lo que quiero llegar es que tú, Sarah, puedes ver a personas de una dimensión diferente a la tuya, pero que no todas las otras personas pueden.— Me quedo sin palabras mirándola con el ceño fruncido mientras proceso todo lo que dice.— Sarah, necesito tu ayuda, saber el porqué nadie me habla o no me ven. Por favor, eres la única esperanza que tengo y los estúpidos policías todavía no resuelven nada.— Me dice con mirada suplicante y con ojos llorosos. Dios, con la cara que me pone, hasta la persona con menos corazón en el mundo accedería.
Me lo pensé por un minuto.
—Está bien.— Le digo. Ella sonríe ampliamente y corre a abrazarme, tardo unos segundos en corresponder su abrazo, no soy una persona muy cariñosa. Es tan raro, poder tocar a una persona que nadie puede ver, excepto tú. Me imagino como se vería esta escena desde afuera, una chica abrazando a la nada. Probablemente pensando que está drogada.
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Please, Emma, Don't Leave Me. [Escribiendo]
Mystery / ThrillerMe llamo Sarah Martin, tengo 17 años y esta no es una historia cliché como el de el/la popular se enamora de el/la nerd, no. Yo era normal hasta lo 13 años, que empecé a ver gente muerta, espíritus, fantasmas o como se te ocurra llamarlos. Pero a...