Change My Life~ Malec One Shoots

Buscando a Presidente Miau - Parte 2.

Capítulo 11.

Buscando a Presidente Miau - Parte 2.

  -No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto.

  -Shh, podría estar cerca.

  Magnus y Alec se encontraban detrás de unos arbustos que había cerca del museo de Brooklyn. Magnus miraba atentamente por sus binoculares en busca de algún indicio de que su gato estaba cerca.

  Magnus, al igual que Alec, estaba vestido completamente de negro.

  El nefilim se sentiría contento de que Magnus finalmente le dijera sobre usar ropa negra y no una colorida y llena de purpurina. Eso claro, si la ropa no fuera tan ajustada y si tampoco hiciera tanto ruido como si fuera una goma cada vez que Alec se movía.

  -Estoy casi seguro de que los agentes de tu maldita serie no usan ropa tan ajustada- Susurró Alec para que Magnus no lo reprendiera por hablar muy fuerte y  "asustar al gato" que ni siquiera estaba allí.

  El brujo lo ignoró.

  -Pajarito azul, creo que aquí no hay nada- Dijo Magnus aún con los ojos posados en los binoculares.

  -¿Pajarito azul?

  -Nombres claves, todo agente lo necesita.

  -¿Y cuál es el tuyo?

  -Brillo amarillo.

  ¿Hablaba enserio?

  -Como sea, ¿vamos a ir a buscar a Presidente Miau o qué?

  -Vamos.

  Alec se levantó del suelo y empezó a caminar. Magnus caminaba detrás suyo entrecerrando los ojos para ver si Presidente Miau se encontraba en alguna parte.

  -Simplemente no lo entiendo, siempre viene aquí luego de dar una vuelta.

  -¿Ah sí?

  -Oye, estás enfadado conmigo, ¿cierto?

  -No, para nada. Solamente pienso que hubiera sido perfecto si me hubieras escuchado, que sería genial estar ahora en casa por haber usado un hechizo rastreador y haber encontrado a Presidente en poco tiempo, ¡y sería fantástico no tener que usar este maldito traje más ajustado que la ropa que usa mi hermana y que chilla cada vez que mueves un poco los pies!

  Magnus se quedó paralizado por un segundo, Alec pocas veces explotaba así. Él solía quedarse callado guardándose todo hasta que se le pasara.

  Cuando el brujo se movió, empujó a Alec hacia la pared de un callejón por el que estaban pasando en ese mismo momento, dejando a Alec entre él y la pared. El brujo rodeó su cintura con los brazos.

  -En mi opinión ese traje te hace completamente sexy, marca tu lindo y repingado traserito- Dijo con una voz gatuna.

  El rostro de Alec se tiñó de rojo.

  -¿Quién... quién te permitió mirar mi trasero?- Le tembló la voz.

  Magnus soltó una carcajada antes de atrapar los labios de Alec con los suyos en un feroz beso. Alec rápidamente le correspondió, enredando los dedos de sus manos en el cabello del brujo.

  Magnus bajó sus manos hacia los muslos del menor y las dejó allí. Alec soltó un quejido y el brujo sonrió en el beso.

  Para ese momento sus lenguas ya se habían encontrado y luchaban en un juego ya conocido pasando de la boca de uno a la boca del otro.