Capítulo 3 | Lo que cumplo...

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Oye tú... ¡Alíen!

Capítulo 3 | Lo que cumplo...

Y aquí estoy. Se preguntarán ¿donde?

Pues...

En la casa del alíen.

Siento que el humo sale por mis orejas como en las caricaturas
Pero diganme, si estuvieran en mi lugar ¿no pasaría lo mismo? Se metió conmigo, con mi celular... ¡Merece morir!

Si de por si soy una mierda de persona. Este chico conocerá lo peor de mi. ¿Sabe que merece? Ser quemado en una hoguera. Por ser una especie extraña, a lo Valeriano. La época antigua

Miren nada más, me tiene loca... Y no en el sentido romántico ¡hasta estoy delirando! He sufrido una gran perdida... Y si, tendre mi venganza

Toque la puerta de su casa. En esta me recibió la que supongo es su madre

— ¿En que puedo servirte cariño?

— Hola señora —hice una reverencia. ¿que? La educación ante todo —. Que pena... ¿se encuentra mmm... —¿Ahora como lo llamo? Ay deos mio... —, el lindo alíen?

¡Excelente t/n!  ¿No se te ocurrió algo mejor?

Soltó una pequeña risita —. ¿Hablas de taehyung? ¡el detesta que le digan así!

Oh...

— Lo se, pero yo lo hago con mucho amor. Soy su amiga,  por cierto... —claro amiga... Inserten sarcasmo.

— Oh, ¿enserio? ¡que linda eres! Lastimosamente no se encuentra. Pero puedes pasar a esperarlo...

— Ah, no se preocupe. Solo entreguele este postre. ¡Diga le que es con mucho cariño! —intente no sonar tan sarcástica

— Que linda eres... ¿puedo probar?

— ¡No! —grité con pánico. Ella me miro con curiosidad. Aclare mi garganta —, quiero decir... ¡es que lo hice exclusivamente para él! Prometo traerle uno a la próximo solo para usted —Sonreí. Claro que lo traeré... Pero sin ningún analgésico para que te de daño de estómago

— ¿Oh, enserio? ¡genial! No te preocupes, entiendo cariño

Me despedí de la amable señora, no sin antes pedirle el número de su hijo

Llegué a casa y desde el celular de mi madre le escribí un mensaje:

«¡Que disfrutes del pastel alíen! Espero tengas mucho papel higiénico, ups... »

¡Venganza completa!

Pobre. ¡a quien engaño! Si me estoy riendo fuertemente.

Oye tú... ¡Alíen! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora