El Chico Feo °Frerard°

Capítulo 3

Narra Gerard:

¡Por fin el primer descanso! Necesito ir a la azotea ahora.

Camino algo apurado para no toparme a nadie, no quiero que me molesten.

¿Por qué todos los días en el descanso voy siempre a la azotea?

Es porque todo es tan tranquilo allá, está prohibido ir, sin embargo yo pude encontrar una manera de salir a la azotea, es como mi lugar secreto y nunca nadie me ha descubierto.

Me encanta comer ahí, acostarme, mirar las nubes, el cielo, cerrar los ojos y sentir que vuelo. A veces llevo una libreta y lápiz para poder escribir las cosas que vienen a mi mente.

Pero lo que más me gusta de ese lugar, es que lo puedo ver a él.

Así que llego y me recargo en la orilla de la azotea para ver a todos desde lo alto sentarse en las mesas que hay afuera en el jardín de la escuela.

Entonces llega él a sentarse en una mesa junto con su grupo de amigos.

Todos los días se ve igual de hermoso, que envidia siento por sus amigos. Siempre están con él y escuchan su voz a diario.

Sólo una vez hemos cruzado palabras y fue la primera vez que lo ví.

- - - - Flashback - - - -

Mi cabeza daba vueltas, olvidé tomarme mis pastillas y no he comido nada desde ayer. Siento que me voy a desmayar en cualquier momento.

Difícilmente estaba caminando por el pasillo para ir a la enfermería, no pude dar otro paso más y todo se volvió oscuro.

—¡¿Hola?! ¿Estás bien?– Alcancé a escuchar una voz.

Al abrir un poco mis ojos pude ver la silueta de un chico ¿Quién será y por qué me habla?

—Te encontré tirado en medio del pasillo y te traje aquí a la enfermería, no sabes cuánto batallé.

Si, definitivamente eso me hizo sentir mejor, por supuesto.

—¿Qué pasó? –pude abrir bien los ojos, ya había despertado.

—No sé, pero creo que ya estás bien así que me voy.

Lo ví y lo reconocí al instante, era Frank Iero.

—G-gracias..

Él sólo me sonrió y se fué.

- - - - Fin del flashback - - - -

Me ayudó cuando me desmayé, agradezco tanto eso, si no, no lo hubiera conocido.

Seguía mirándolo y suspirando, hasta que su mirada se encuentra mía. Inmediatamente me escondí sonrojado.

—No puede ser que m-me haya visto... s-seguro sólo estaba mirando el cielo y yo le estorbe la vista –Me decía a mi mismo, me acaba de llevar el susto de mi vida