5) Elija uno de estos temas y desarrolle un argumento narrativo:
A- El infierno de un estudiante
B- El infierno de un hincha de futbol
C- El infierno de un profesor
D- El infierno de un enamorado
E- El infierno de un viajero
5)
Sick Love
Todo en este mundo es una ilusión y un sueño. Cuando somos pequeños soñamos con que los años pasen y seamos grandes, poder ser libre de hacer lo que uno quiere. Cuando terminamos la primaria, esperamos con ansias el entrar en la secundaria para vivir esa etapa en la que posiblemente des tu primer beso, conozcas a tu primer amor o vivas experiencias increíbles. Cuando nombran al amor solo nos pueden dar la versión en la que las personas se corresponden mutuamente y pueden ser felices. Pero no es así.
El ser adulto no trae más que estrés y preocupación que no conocías al ser un infante.
El pasar por la adolescencia no es más que presiones por exámenes y más cuando estás por terminar el secundario. Pruebas que te definen con un número que solo demuestra una situación parcial que se ve afectada por tu humor, tus nervios, tu personalidad.
Y la más grande falacia, el amor. El error por excelencia de la humanidad, pero a la vez su salvación.
Amar no tiene definición, el amar no tiene forma, el amor nunca es predecible, el amor te traiciona.
Amar es como tomar la mano de La muerte para morir de una forma dulcemente desgarradora. La persona que provoca que tu ímpetu caiga y te vuelvas una pluma frágil y muy quebrantable.
Eras mi efecto mariposa, cada pequeño aleteo, genera una tormenta en mi ser. Me hiciste vulnerable y manipulable. Con solo palabras pudiste destruirme, con acciones rompiste mi corazón, con besos me redujiste de la forma más rápida y fácil. Ceder ante ti fue inevitable y cuando no lo hago, mi corazón hace que el remordimiento se apodere de mi mente. Puede que se entienda de forma psíquica, pero mi cuerpo también fue víctima. El latido acelerado del corazón, la respiración irregular y cada lagrima que me rompió y me llevo a una locura irreversible, olvidando el amor que realmente importa, es el amor a uno mismo.
Era tan difícil encontrar un amor correspondido, los corazones rotos abundan en este planeta. A falta de amor en el corazón y mente se oscurecen, un amargo litigio se instala y se vuelve como una enfermedad crónica. La salvación es poco probable, en cambio se busca una solución. Solo que para el corazón es inexplicable el salir de ese laberinto de emociones confusas. No hay nada certero.
Mi historia no es diferente, corazón frágil, pasado inestable, no hay ninguna lección que me ayude más que el oscuro significado de soledad y desconfianza, aunque anhelaba el amor. Siempre pintado de colores que solo despiertan ambición y envidia de este sentimiento. Se volvía una obsesión peligrosa. El querer amar urgentemente y aferrarse a algo sin tomar en cuenta que el amor debe ser reciproco. El amor te ciega, te sirve como veneno porque duele más, cada palabra que posiblemente no te haya importado duele como si tu cuerpo fuera hundido en el fondo del océano y la presión te abrumara al nivel de que cada partícula tu ser siente ese ahogo de forma infernal, un infierno que no tiene salvación en el cual la única tortura es tu conciencia.
Solo brillabas y yo era como una polilla atraída por tu luz. Tenías la mejor de las sonrisas, demasiado dulces, demasiado puras, demasiado hermosas y radiantes. Tu brillo era incomparable, tan magnifico que dolía no poder tenerlo. No lo merecía, sin embargo, era inevitable para mí que mi lado posesivo quisiera que solo yo pudiera disfrutar de esas sonrisas. Mi lado perverso ansiaba el momento de tomar cada parte de tu ser, de tu alma y cuerpo. Detrás de esto solo estaba mi pobre subconsciente y el que hacia mi corazón exasperado por poseer tu amor.
Sin embargo, mi lado consciente, el que se empeñaba en ignorar las voces que me azotaban día a día para que hiciera lo correcto lloraba en silencio y era prófugo de mis deseos. Mi necesidad crecía inmensurablemente y unas voces me exigían que hiciera algo para tenerte, porque dolía. Amarte y no tenerte dolía, ver que le sonreías a alguien más dolía. El no ser mis brazos y los tuyos los protagonistas de una historia propia dolían. Cada vez que un nudo en mi garganta hacía que mis lagrimales soltaran acuosas gotas saladas que solo eran prueba de mi sufrimiento.
Te necesitábamos, las voces en mi cabeza y yo. Ese ser al lado tuyo no te merecía, solo yo lo hacía. Nuestro felices por siempre podría ser real, solo tenías que aceptarlo o resignarte, porque yo lo sabía. Estábamos destinados a estar juntos, sólo quería tu amor, un verdadero amor. No quería que me dejaras, dependiente me volví. Es mi alma que te anhela sin porqué, el destino así lo quiso.
Sufro porque no quiero hacerlo, pero lo necesito, para que mis días sean más luminosos, contigo a mi lado lo son.
Tu cadáver ahora solo es frio y pierde el color que solía llenarte de vida. Pero ya es tarde, mis voces me vencieron y no pude aguantar sus gritos, te queríamos solo para nosotros. Pero no salió como esperaba, te resististe. No me amabas, y la furia tomo control de mi cuerpo.
Tu cara seguía siendo igual de hermosa al igual que tus manos delicadas las cuales fueron protagonistas de un millón de fantasías mías. Tus labios, antes rosados, perdieron el color melocotón y un tono blanquecino lo reemplazo. En mis brazos lucias como una obra de arte que te transmitía agonía, tu ropa estaba arrugada por la fuerza ejercida y la sangre decoraba todo tu abdomen y parte de tu pecho. No lo pude evitar, el verte allí inerte hizo de mi única razón para seguir viviendo se convirtiera en la única razón por la cual valía la pena morir. La decisión no fue difícil, una eternidad a tu lado me seducía y las voces en mi cabeza me atormentaban.
Lo hice por amor, porque el amor te distorsiona saca lo peor de ti, todos tus demonios toman el control y lo único que puedes hacer es convencerte de que es lo correcto. Merecíamos felicidad, pero no estabas dispuesto a colaborar para hacer el camino más fácil. Esas voces me susurran que la sangre luciría mejor en tu pálida cara, mereces ser una obra de arte catastróficamente única.
Y verte en mis últimos segundos en vida fue lo mejor, tomé mis dedos como pinceles e hice que tus orbes negros sean rodeados por el líquido rojizo que se desprendió de tu cuerpo.
Los recuerdos de toda mi infancia, donde la sangre era protagonista de muchos recuerdos agrios me invadieron, solo que, en este momento, la sangre no me traumaba ni me mareaba, me daba esperanzas al entender que esta vida había acabado. Estábamos abandonando este mundo cruel.
Mientras la oscuridad me consumía, vagos sonidos de patrullas de policías llegaban a mis oídos, mi muerte llego dulce y amarga a la vez. No pude tenerte en esta vida, pero esperaba que luego de esta oscuridad tu rostro radiante me esperara en el más allá.
