Diario de una lesbiana masoquista y su "amante vainilla" (TERMINADA)

Fantasia

Ella conocía mis fantasías y sabía que tenía una que punzaba mi lado pervertido al límite, no la creí capaz de esperarme en casa con un chico no más de 15 años amarrado, vendado y amordazado en nuestra cama, si joder un tío era mi fantasía, cogerlo bien duro  hacerlo gemir y eyacular por culo
me parecía muy excitante, sólo eso sacaba el poco lado dominante que tenía, si soy lesbiana, pero las fantasías son eso fantasías, quien pensaba que Malik decidiría hacerla realidad, ella sabe que soy masoquista y que sólo con las mujeres puedo ser sumisa, sólo con ella,Con Malik.

Joder un tío ese jueves por la tarde al llegar del trabajo no estaba en mis planes, pero ver la escena me excitó, verla sentada en el sofá de la habitación cruzada de piernas con un dildo  en una mano y el lubricante y condones en otra, mientras que el chico de piel suave, contextura delgada, pelo ondulado, con la frente cubierta por su rizos, se retocia en la cama.
Me hizo dudar, si me hubiera preguntado le hubiera dicho que si estaba loca, pero asumiendo que ella ha jodido mi culo supongo ha querido compensarme con yo joder el culo de un tío, no había vuelta atrás.

- ¿Este chico es legal ?- le pregunté ya que por su piel suave y pálida, su cuerpo escuálido, parecía un adolescente.

-Si, sabes que no voy con los abusos me conoces Nina, el chico tiene 20.

- ¿Es consensuado ?- no quiero imaginar que esto es una violación, aunque está mal, no debo permitirlo pero me excita, soy una jodida enferma ¡mierda!

-Si.- Dijo mirándome con malicia, sabía lo que estaba pensando, ella podía leer mi mente y saber que soy una enferma pervertida, el chico se revolco en la cama no se si en protesta, en afirmación, o buscando aliviar su pene que asomaba erecto entre sus delgados muslos.

Avanzando hacia Malik desnudandome y tomando lo necesario para el acto de sus manos, la miro fijamente.

-Complacete.-y yo riendo pensé que eso haría mientras subía a la cama arrojaba las cosas a un lado y pasaba mis manos por las piernas suaves de aquel niño tembloroso y excitado...