LOVE ANGER AND ART

CAPITULO 42

Zoey

Fue un largo y ahogante viaje en autobús pero por fin llegue, estaba en el pueblo donde mi madre creció, mientras bajaba pensando si regresar a Londres o no recordé que este había sido uno de los lugares más felices de mi infancia, era el único lugar donde se nos permitía ser libre y ensuciarnos. Recuerdo pasar horas en el lago junto a mis madres y mis hermanos, viendo como Mamá Victoria tomaba a Emily en sus brazos por su temor al agua mientras mamá Eleonor nos llevaba en su espalda a Cameron y a mí, recordé como aprendimos a pescar o las horas que pasábamos simplemente en el bote dibujando el paisaje. Había venido una sola vez a este lugar desde que ambas fallecieron, a pesar de que lo extrañaba simplemente no me permití volver al que era mi lugar favorito en el mundo, había visitado lugares exóticos como Brasil o Dubai, lugares icónicos como Paris o Milán, lugares donde la fiesta nunca acaba como lo era Mexico o las Vegas todos con todo los lujos y comodidades que el dinero pudiera comprar pero en ninguno fui tan feliz como en este.

Al salir lo primero que vi fue a Malia esperándome recargada en su buggy descapotable rojo, tenía una melena rubia envidiable acompañada de una piel levemente bronceada y unos ojos oscuros que junto con un estilo bohemio quedaba a la perfección – mucho tiempo sin verte hija del demonio – negué mientras caminaba hacia ella, la última vez que la había visto fue hace seis meses cuando fue a Londres a visitarnos – lo mismo dijo Satanas- ví como una sonrisa envidiable se formó en su labios, en cuanto estuve suficientemente cerca la abrace con todas mis fuerzas. Tardamos en separarnos y en subirnos al Buggy sin duda la extrañaba – y bien, vamos al lago?- asentí mientras sentía el viento tocar mi mano a la vez que revolotear mi cabello, colocó una canción de un grupo que jamás había escuchado pero sin duda la tonada llegaba a mi corazón y lo aceleraba, veía los puestos y las casas pasar ante mis ojos todo era tan tranquilo y relajado es como si este pueblo estuviera alejado de todo completamente opuesto a Nueva York, por alguna razón este lugar se sentía como mi lugar en el mundo y por ese pequeño momento olvide todo tras de mí y la razón por la que no había vuelto. Llegamos al lago después de pasar con locura varios baches y caminos de tierra, me encantaba la locura con la que Malia conducía como si no hubiera miedo alguno. En el momento que el auto paro me baje con rapidez me deshice de las botas de combate que llevaba y sentí las suaves piedras del suelo mientras el aire fresco recorría mi piel – nada que ver con Nueva York eh?- escuche la voz de Malia llamando mi atención – no ahí el aire está contaminado con orina y estrés- veía el lago y el sol que estaba en un punto medio – mi aroma favorito- ambas nos decidimos de nuestra ropa dejando solo la ropa interior y no dudamos en meternos, el agua era cálida y dulce, entre juegos y risas varias horas pasaron, era como si Malia tuviera esa habilidad para que el resto del mundo no importara solo ella. Al final terminamos sentadas empapadas en ropa interior disfrutando el atardecer

-    Y bien que has hecho ahora?- pregunto, lo que me gustaba de ella era lo directa que era sin algo de tacto alguno

-    Que te hace pensar que hice algo? – respondí

-    Solo has venido una vez después de su muerte y fue cuando pasó lo de Emily y golpeaste al director en la cara y Cameron te defendió ambos fueron expulsados e hiciste llorar a Lucy.- no respondí aún que algo de culpa llego a mis hombros ese día comprendí que éramos una carga muy grande para tía Lucy y que no podíamos seguir siéndolo - te conozco mejor que nadie Zoey, este es tu lugar – suspiré

-    Lastime a alguien – dije sin dar más detalles

-    Eres la gran Zoey Rowlling desde cuando eso te a importado, si mal no recuerdo cuando fui a Londres rompiste la nariz de tres tipos y ni si quiera parpadeaste que tiene esta vez de diferente? –

-    Que la amo- fue una respuesta corta pero suficiente para dejar a Malia impresionada

-    No lo creo, jamás pensé que escucharía esas palabras salir de tu boca – me alce de hombros como si no importara aún que me dolía como nunca antes algo me había dolido - cuéntame - me costó iniciar, encontrar las palabras indicadas