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Sabía perfectamente que lo único que hacía al ir detrás de Carlos era hacerme daño

Pero lo que más me daña más me reconforta

Simplemente Carlos es mi crush. Y no puedo olvidarle ni ignorarle tan fácilmente, mencionando que vivimos en la misma casa y le veo todos los días

Es como tener una tableta de chocolate en frente

¿Os la comeríais verdad? Vale, porque es jodidamente imposible ignorarla. Pues lo mismo me pasa con Carlos, es demasiado perfecto para ignorarle

—Hey, estamos en la cabaña de al lado— dijo con una sonrisa

Suspire

¿No me podía dejar en paz?

No puto ve que me estoy lamentando por mi vida amorosa

—¿Y qué? — susurré mientras le miraba mal

El levantó sus dos manos en signo de paz

—Para que lo sepas, por si te aburres— dijo guiñandome un ojo mientras se alejaba a paso lento

¿Qué coño?

¿¡Que coño?!— susurró Sonia

Eso mismo digo yo

—Enserio que haces...— dijo acercándose más a mi

Me encogi de hombros mientras la miraba con los ojos entrecerrados

—¿¡Que hago para qué?! — dije mientras bostezaba

Me cogió de la chaqueta y me zarandeó de un lado a otro

—¿¡Cuantas veces te tendré que repetir que llevo 3 putos meses tirándole los trastos para que ahora vengas tú y te hable así de la nada!? — susurró mientras me fulminaba con la mirada

Me solté de su agarre y cogí mi mochila mientras me acercaba a nuestra cabaña

—Tia no te rayes, ya sabes quien me gusta...— dije mientras negaba y abría la puerta de la cabaña

Encontrándome con una araña gigante colgando del techo de esta

Pegué un grito y me caí hacía atrás. Encima de Sonia

—¿¡Has visto a la Laura esa o qué?! — gritó mientras me daba pequeños golpes en la espalda para que me levantara

Suspire y me intenté levantar pero volví a caer, y esta vez en el frío y duro suelo

Maldeci y antes de que me diera cuenta ya no estaba en el suelo, si no levitando sobre él

Soy una genio mágica

Mi cuento de hadas se fue a la mierda al ver los brazos de Valerio cogiéndome

—¿Tanto miedo te dan los bichos o qué? — dijo mientras se reía

Le fulmine con la mirada y me bajé de sus brazos

—Era una araña, y no— susurré mientras cogía mis cosas del suelo

—¿Araña? Tia, que es una pelusa— dijo Sonia moviendo la supuesta araña de un lado a otro

Sigo dormida

—Me da a mi que la siesta que te has echado en el autobús no ha sido suficiente para hacer que te quedes en la realidad— dijo encogiéndose de hombros

Sonia se rió

Malditos

Les miré mal y me introduci en la cabaña que sería nuestro hogar en los próximos 2 días, y no estaba nada pero que nada mal

Solo aguanta un poquito másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora