Peach.
La melodía de mi iPhone suena por toda la habitación, estiro mi brazo y cojo el móvil de la mesita de noche de la habitación.
-¿Si?- digo aún con los ojos cerrados.
-Peach, ¿puedes venir a mi despacho en una hora?- dice mi padre al otro lado de la línea.
-Si.- digo después de unos segundos.- ¿Pasa algo?
-No. Te tengo que dejar, hablamos después.
-Vale. Adiós, papá.
Mi padre es el primero que corta la llamada. Miro la hora en el móvil, las 7:30 de la mañana. Suspiro al ver la hora y me levanto aún siguiendo confusa por la llamada.
Entro en el baño de mi habitación y durante unos diez minutos me ducho. Salgo del baño con una toalla turquesa que tapa mi cuerpo y camino hasta el vestidor de la habitación. De él saco un vestido ajustado negro, de media manga, una chaqueta beige, con los bordes negros y unos zapatos de tacón cerrados y negros.
Cuando termino de vestirme liso mi pelo y pongo maquillaje en mi cara. Cuando termino, cojo mi abrigo color crema, mi bolso en el que llevo todo lo necesario para el trabajo y mi gorro negro.
Salgo del edifico en el que vivo y entro corriendo en el coche sino quiero morir hoy mismo del frío.
Después de media hora conduciendo por Nueva York, había llegado a la empresa de mi padre, tres edificios conectados, grandes y grises. Entro lo más rápido que puedo y subo hasta el piso más alto del edificio del medio, donde estaba el despacho de mi padre y el de su secretaria.
-Buenos días, cariño. ¿Qué haces aquí?- dice Cintia, la secretaria de mi padre desde hace veinte años.
-¡Buenos días, Cintia! No tengo ni idea, me ha llamado mi padre.- digo haciendo una mueca. Lo cierto era que en la llamada lo notaba serio, como si tuviese algo importante que decirme.
-Bueno, suerte. ¿Quieres algo para tomar?
-¿Me puedes traer un café? No he tenido tiempo ni para desayunar. Cuando mi padre me llamó estaba aún en la cama.
La mujer se levanta de su sitio y ríe.
Peto en la enorme puerta del despacho y tras un "Adelante" por parte de mi padre, entro.
-Buenos días, hija.- dice mi padre colocando unos papeles en una de las mesas de cristal que hay en el despacho.
-Buenos días, papá.- digo besando su mejilla.- ¿Para qué me has llamado? Llego tarde al trabajo.
-Bueno, verás... Sabes que estoy cerrando el negocio con John Miller, ¿no?
-Sí, claro. ¿Qué pasa?- digo un poco confusa.
-El negocio solo se cerrará si tú y su hijo os casáis ya que sería un gran punto para nuestras empresas y para el nuevo negocio.
-¿QUÉ? ¿Esto es una broma? Porque si es una broma, no tiene ninguna gracia.- digo sorprendida.
-Peach, sabes que no bromeo con los negocios.
-¿Hablas enserio?
-Sí.
-Estás diciéndome que me casaré con un hombre que no conozco por unos negocios y para el bien de vuestras empresas.
-Sí. Solo tendrás que casarte con él, compartir casa y en cenas o reuniones ser la pareja feliz mientras que en vuestras vidas, cada uno irá por su lado.- dice mi padre sentándose en el sofá de su despacho.
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Mr. And Mrs. Miller. [EDITANDO]
RomancePeach Smith, la única hija de Jack Smith. Este es uno de los mayores empresarios de Estados Unidos y que se ve obligado a pedirle a Peach que se case con Matthew, el hijo de Jhon Miller. Ella es una chica de estatura media, morena, ojos verdosos y...