B u t n o

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Alerta smut, ahre

Correspondí al sentir sus labios sobre los míos, se sentía realmente bien, estar besándolo, sus labios eran dulces, y siempre estaban hinchados, eso le dan el toque, ¿Quién lo diría? es un bombón andante.

Suspiré sobre sus labios al sentir que mi trasero era aplastado por sus manos, se sentía bien, muy bien que me tocase de una manera tan peligrosa.

Mordí su labio inferior con cuidado, deslizando mis manos hacia su entrepierna. Algo me decía que ya debía parar, pero no podía hacerlo, sus besos me tenían ebria, y más su encantador perfume de Gucci...

Mi mano sin control alguno tomó el miembro de Noah, alcé mi mirada hacia él, estaba todo rojito, con sus cabellos todos desordenados... ah, que lindo.

Me deslicé, quitando el botón que abrochaba su jean negro, y luego con desesperación le bajé un poco los pantalones, dejando ver sus bóxers con un gran bulto.

Mordí mis labios, acariciándolo con suavidad.

Luego de eso me di cuenta de lo que estaba haciendo, y me separé, muy asustada, eso no tendría que haber pasado. Dios mío, ¡Solo era un beso!

Sentí como unas manos agarraban mis brazos, pegándome bruscamente con una pared, bajándome los Jeans y las bragas.

— N-Noah! Por el amor de Dios! Detente! — Pequeñas lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas al sentir como entraba en mí con brusquedad, y lo peor es que era mi primera vez. Me tomó por el cabello, como si fuera un maldito juguete. — Duele! — Grité pero tapó mi boca, mis manos estaban débiles, las había dejado todas con moretones.

Empecé a sentir como me embestía cada vez más y más fuerte, el dolor no se iba, yo no quería esto, quería largarme de ahí, irme a llorar a un rincón, pero él no me dejaba, si yo intentaba sacármelo de encima... me golpeaba.

Todo ese tiempo que estuvo embistiéndome me quedaba quieta, sin hacer nada, solo lloraba sin parar, él tiraba de mis cabellos todo el tiempo, hasta que sentí como se venía dentro de mí, se quiso acercar a mi rostro, yo lo miré con mucho miedo.

Se acercó a mi cuello y me hizo unos cuantos chupones en él. — Aléjate de mi... — Dije sin voz, afónica.

— Millie.. yo.. — Dijo luego de vestirse y querer ayudarme.

— ¡Aléjate!¡No te acerques nunca más a mí! — Lloré apoyada en la pared, sintiendo como ese asqueroso líquido recorría mis temblorosas piernas. La cabeza me dolía, gracias a los tirones que me dió.

— Déjame en paz... — Me vestí adolorida, sin posar mi vista en él.

Me repugnas, Noah Schnapp.

The love is a shit. T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora