Wings || [Park Jimin] ~ BTS

La fiesta (Ji Woo)

Sabía de más que el baile era agotador, y también sabía que esto solo era el principio de lo que me esperaba aunque tampoco es que me importase demasiado invertir toda mi energía en ello. Era feliz haciéndolo. Descarte la idea de dormir toda la noche, había una fiesta a la que ir, además no pensaba que fuesen tan frecuentes con nuestros horarios y Jungkook y Tae estaban eufóricos con la invitación. Me preparé y maquille con algo más de empeño, vestido negro corto y labios rojos siempre eran una buena opción, hacía que mi tez pálida resaltase y creaba un bonito contraste.

Los chicos pasaron por casa a buscarme, pedimos un taxi y nos fuimos. Por lo que sabía la fiesta era en casa de Wendy ya que sus padres estaban de viaje, además no es que andase precisamente mal de dinero. El tráfico era terrible, ¿cómo puede haber tal atasco a estas horas?, así que llegamos algo tarde a la dirección que aparecía en nuestras invitaciones. Desde que nos bajamos del taxi ante una gran casa de dos plantas bastante moderna y con jardín delantero pudimos apreciar la cantidad de gente que había, algunos incluso fuera de la estancia. También percibí que los niveles de alcohol en sangre de más de uno eran bastante superiores a lo normal.

  — Parece que llegamos algo tarde, no creía que todos estarían en este estado ya.— la emoción  se veía reflejada en la mirada de Tae a medida que nos adentrábamos en la casa.— ¡Yo también quiero estar así! Voy en busca de las bebidas, además espero encontrar a algunos compañeros de la orquesta por aquí ¿me acompañan?

  — Claro.—Jungkook no dudó un segundo, creo que estaba algo inseguro sin Tae, o no se fiaba de como podría acabar la noche si no lo controlaba.

— Creo que daré una vuelta, quiero agradecer a Wendy. Pero traigan también alguna copa para mí, ahora nos vemos. —  Les dediqué una amplia sonrisa y me sumergí entra la marea de estudiantes ebrios y desfasados mientras saludaba a algún compañero de clase.

Hacía calor, notaba la música retumbando por todo el living mientras la gente se agolpaba saltando y bailando; no era de extrañar ya que a un lado había un gran equipo de música y una mesa de mezclas. Me acercaba a la zona donde estaban los altavoces, y mientras más me acercaba más necesidad tenía de seguir el ritmo, así que solo me deje llevar. La música me hacía reaccionar así, era como pequeños impulsos eléctricos que pasaban por cada nervio de mi cuerpo  haciendo que mis caderas se moviesen primero despacio y luego más rápido mientras subía y bajaba al compás de la música. Más de unos ojos me analizaban detenidamente, pero eso no me impedía continuar disfrutando. Y entre tantos ojos unos en concreto con algún que otro parpadeo; un chico recargado contra la pared rodeado de otros cuantos a pocos metros de mi zona de baile,  era alto y tenía el pelo oscuro, le sonreí y me devolvió la sonrisa. Creó que lo interpretó como una señal porque comenzó a aproximarse entre la multitud a donde estaba, yo no apartaba mi mirada de él. Bueno, habría sido así si de repente todo no hubiese empezado a girar a mi alrededor. Hoseok apareció de la nada agarrando mi mano y haciéndome girar para luego parar y acompañar mi movimiento de caderas con el suyo, se podía decir que las movía mejor que yo. Le seguí el juego sin parar de reír.