Final alternativo 2
Habían pasado cinco largos meses desde que el reinado de la Reina de Corazones había terminado, dando paso al reinado de la Reina Blanca. Todos en el Underland estaban felices, bueno casi todos. Había cierto Sombrerero que, aunque pasara sus tardes en fiestas de té y haciéndole extravagantes, pero hermosos, sombreros a la reina, había perdido su felicidad característica e incluso un poco de su locura.
Así era, el Sombrerero Loco estaba triste por un motivo y la mayoría de los seres del Underland conocían la razón de aquello, que tenía por nombre Alicia.
Ese día la reina llamó al Sombrerero para hablar, le preocupaba la situación de Tarrant, ya que aunque intentara seguir como si nada sucediese su aspecto delataba su estado. Su cabello rojizo estaba opacado, sin vida, sus fascinantes ojos verdes estaban grises por la tristeza que invadía su corazón.
-¿Sucede algo, su majestad? ¿Desea algún nuevo sombrero?.-Preguntó el Sombrerero cuando estuvo frente a la reina.
-Mi querido Sombrerero.-Dijo la reina mirándolo con cariño.-¿Qué es lo que hay dentro de tu cabeza, que no te permite sonreír como siempre? La Liebre me ha dicho que siempre estas deprimido durante sus fiestas de té.
-B-bueno, su majestad.-Aquella pregunta lo había tomado por sorpresa. Ni él había pensado bien aquello, ¿qué le sucedía?...
Desde que ella se había marchado él había estado deprimido, sintiendo aquella opresión en su pecho cada vez que pensaba en esa muchacha de rubios cabellos y de ojos celestes, sintiendo mariposas en su vientre cada vez que recordaba como ella lo había cogido del rostro y le había tomado la temperatura mientras él le preguntaba si estaba loco. Ella le había respondido que sí, estaba loco, pero la mejor gente estaba así.
-¿Es por Alicia, verdad?.-El Sombrerero simplemente asintió, estaba enamorado de la joven campeona y... ella lo estaba de él. Habían compartido juntos la última noche que ella permaneció en el Underland. Se habían amado en cuerpo y alma. Era algo que él jamás podría olvidar, ni siquiera con su locura.-¿Sucedió algo entre tú y ella?
-Sí, su majestad...-Eso era algo que no podía negar. ¡Por supuesto que nunca negaría esa noche!.
-Muy bien, mi querido Sombrerero. Debido a esta nueva información no queda otra alternativa...-El Sombrerero alzó su vista sorprendido hacía la reina.-Te dejaré ir al mundo de Alicia a buscarla.-Una sonrisa apareció en el pálido rostro de la reina blanca al ver la expresión de sorpresa y felicidad de su sombrerero.
-¿Se puede hacer eso?.-Preguntó el Sombrerero, casi dando brincos de felicidad.
-Claro que sí, mi sombrerero, ¿Cómo crees que Absolem y el Conejo pudieron salir?. Únicamente deben tener mi autorización para salir del Underland y tú, sombrerero, la tienes.
-Creo que nunca antes me había sentido tan agradecido con usted, majestad.-Habló el Sombrero con una gran sonrisa en su faz, mostrando sus dos dientes superiores, en los cuales había una pequeña separación.-Gracias en verdad... creo que de esto depende el final de mi locura o la continuación de ella.-Dijo dando una pequeña carcajada, lo cual hizo que la sonrisa de la reina se ensanchara más.
-No tienes nada que agradecerme, mi querido sombrerero.-Dijo la reina, sacando de entre sus vestido un pequeño frasco, el cual se lo tendió al sombrerero.-Siempre supe que algún día irías a buscar a nuestra campeona a su tierra. Aquí hay sangre del Jabberwocky, debes beberla para aparecer en el mundo de nuestra campeona, pero debes guardar lo suficiente para que ambos vuelvan, ¿entendido?.
-Claro, mi reina.-Dijo cogiendo el frasco, destapándolo, para luego beber un poco de la sangre del Jabberwocky, para luego cerrar el frasco y guardarlo en su chaqueta. De pronto todo se comenzó a volver obscuro y lo último que vio fue el rostro sonriente de la reina.
Sintió que acababa de atravesar cientos de kilómetros en un segundo, en total obscuridad, y lo que puso fin a esa sensación su fue el fuerte golpe que recibió al tocar tierra firme o, en ese caso, pasto total y completamente verde. Estaba confundido debido a que nunca había subido a ese lugar, pero por su Alicia haría cualquier sacrificio.
Se levantó del suelo y sacudió su ropa, pero para su sorpresa su sombrero cayó al suelo. Eso nunca le había sucedido, es decir, podía estar en cualquier situación con su sombrero, inclinarse lo más que podía para saludar a su reina, pero su sombrero siempre permanecía en su cabeza.
Confundido lo cogió y lo puso nuevamente en su cabeza. Su vista recorrió todo el paisaje que había a su alrededor. Muchos árboles, de diferentes tamaños, adornaban el paraje. Su vista se posó en las flores y vio que estas eran normales... Ante esto frunció su ceño, pero sin más miramientos comenzó a caminar, a paso rápido, hacía la gran casa que veía cerca del lugar donde apareció, confiando en que su Alicia estaría ahí.

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¿Te amo?
Fiksi PenggemarEsta historia es de las cosas que pasan después de que Alicia se marche del país de las Maravillas, así como el nuevo amor que le tiene el Sombrerero Loco