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12/19/2016

Y sólo con aquellas palabras, todo cambió. Ya casi no me miras. No me sonríes. Cambiaste conmigo. Me la paso sola pensando en lo lindo que hubiera sido ser correspondida, pero no, te burlaste, dijiste que no podía ser real lo que sentía por tí por que tu solo me ves como... una hermana. Te pusiste de pie y te marchaste, dejandome sola con mi corazón quebrado. No esperé ser correspondida, pero tampoco esperé que me rechazaras de tal manera, burlándote. Eres increíble, Jeon.

No pensé bien las consecuencias. Solo quería sacar eso de mi pecho. Por que merecías saberlo. No podía continuar ocultando la verdad, por que me habría hecho más daño y ciertamente... Me cansé de estar herida. Aunque siendo sincera, esta distancia entre nosotros duele más que cuándo mantenía mis sentimientos en secreto.

Otra carta sin destino,
Sky.

Tomé una bocanada de aire mientras miraba por la ventana de mi habitación. Han pasado unos cuantos meses desde que le conté sobre mis sentimientos a Jungkook y todo definitivamente cambió.

Mi móvil vibró, indicando que un nuevo mensaje había entrado. Lo tomé entre mis manos y vi que era de Jimin. Sonreí al instante. Aunque no dejo de tener estos indesechables sentimientos por Jungkook, me he estado mensajeando y viendo con Jimin, un chico que conocí en el parque al lado de la escuela mientras hacía ejercicio. Es lindísimo.

Quedamos en que nos veríamos en el parque para ir por pizza, así que comencé a prepararme. Dentro de media hora ya estaba lista para irme. Agarré mi bolso y salí de casa, mientras me ocupaba de cerrar bien mi puerta, escuché un portazo al otro lado. Mi mirada por instinto, miró de donde provenía. Y ahí la emcontré, su mirada clavada en la mía. Iba a subir mi mano para saludar pero decidí cambiar mi vista, aún no nos hablamos. Me giré y comencé a andar.

No tardé demasiado en llegar al parque, solo unos cinco minutos o menos. Para cuando llegué, ya Jimin se encontraba sentado en la banca. Me acerqué en silencio hasta él.

"¡Jimin!" grité, agarrándole por los hombros, él dio un brinco y yo estallé en risas, luego de unos segundos él se unió. Su risa era adorable, como la de un pequeño niño que debía ser protegido a toda costa. Sus ojos desaparecieron por completo y su diente chueco era una total ternura.

"Hola, Sky." dijo sin borrar aquella linda sonrisa. Aún sus ojos eran invisibles.

"Hola." sonreí de vuelta.

"¿Nos vamos?" preguntó y yo asentí.

Iba a caminar pero él me sostuvo por mi muñeca, yo le miré extrañada y él solo volvió a sonreir mientras suavemente bajaba su mano para entrelazar sus dedos con los míos. Mis mejillas se calentaron. Jimin es demasiado tierno.

Ambos comenzamos a caminar, aún con nuestros dedos entrelazados. Hablabamos de cualquier tema. Aveces de uno, saltábamos a otro y así sucesivamente.

Ya habíamos llegado a la pizzería y nos encontrábamos sentados comiendo, aún sin dejar de hablar.

"Dios, eres linda hasta cuando comes." colocó su mentón sobre la palma de su mano, con una media sonrisa que derretía.

"Aww, Jimin", chillé avergonzada. "Deja de mentir."

"No estoy mintiendo. Me pareces adorable." estiró su brazo para dar un suave pellizco en mi mejilla, haciendo que me sonrojara aún más.

"Bueno, tu también me pareces muy lindo." admití, haciendo que él riera nervioso.

"¿Sabes? A sido genial pasar todo este tiempo contigo, las llamadas en la noche, los mensajes,..." pero por más que intentaba prestar atención a sus palabras. No podía. Su voz se escuchaba como un susurro, muy lejano. Me había perdido en la mirada del chico detrás de él.

No podía quitarle los ojos de encima. Su mirada clavada en la mía, mi corazón se quebró un poco más. Dentro de todos los lugares, ¿por qué tenía que estar aquí? Sentí mis ojos llenarse de lágrimas. Quité mi vista de sus ojos, por que sé que son mi perdición. Miré a Jimin quien parecía preocupado.

"Sky, ¿por qué lloras?" toqué mi mejilla, y en efecto, lloraba. Sequé rápidamente las lágrimas y negué con mi cabeza varias veces mientras mantenía una falsa sonrisa. "Amor, ¿qué sucede?"

"Es que..." tomé su mano por encima de la mesa y juguetee con sus dedos, "estoy muy feliz de haber conocido a alguien tan lindo como tú. Contigo paso unos momentos inolvidables." sonreí, avergonzada, no mentía. Tengo sentimientos hacia Jimin, solo que no son tan fuertes, aunque quisiera que lo fueran. Jimin merece todo lo bueno del mundo. Y yo, no lo soy. Le haré daño por que estos malditos sentimientos prefieren a un idiota que se burló de mi cuando confesé quererle como más que un amigo, más que un vecino y más que un compañero de clase.

"Así que... ¿aceptas ser mi novia?" el brillo en sus ojos, la gran sonrisa, la esperanza en su voz. Simplemente no pude decir que no.

"Si, Jimin." sonreí. El se puso de pie y me abrazó. Estaba tan feliz. Despacio, rodee su cuerpo con mis brazos, abrazandolo. Todos miraban la escena, todos. Miré a Jung Kook quien me miraba con una ceja levantada, mientras daba un mordisco a la pizza en su mano.

"No sabes lo feliz que estoy. Te quiero, Sky." las palabras de Jimin me tomaron por sorpresa, y nuevamente comencé a llorar sin poder evitarlo. Le abracé más fuerte y escondí mi rostro en su cuello.

"También te quiero, Jimin."

Nos separamos del abrazo, y decidimos que era momento de irnos. Él entrelazó sus dedos con los míos. Y comenzamos a caminar fuera del lugar, pero algo, o mejor dicho, alguien, nos detuvo. Se puso justo en la puerta, me miró a mi, a Jimin, luego nuestras manos enlazadas y por último volvió su mirada a mi. Tragué hondo. Él solo mantenía una sonrisa en su rostro.

"Hacen muy linda pareja, Sky. Muy linda." no pude descifrar la verdad tras sus palabras.

"Gracias, Jung Kook." dije, le dí un suave empujón para poder salir de aquel lugar.

No puedo seguir viéndole.

Taken | Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora