Este día no podía ser peor... La investigación era un desastre, cada día ocurrían mas crímenes, me presionaban en la oficina y por si fuera poco, había discutido con mi compañero.
Me sentía realmente miserable. No podía seguir con todo esto, quería mandar a todo y a todos a la mismísima mierda.Me hubiese encantado tirarme en el suelo a llorar como una pequeña niña mimada a la que le han quitado su peluche favorito, pero no contaba con las energías para eso. Y mis vecinos seguramente empezarían a murmurar cosas detrás de las mirillas. Aunque hiciese lo que hiciese siempre estarían en ese mismo asunto.
Yo me dedicaba al periodismo de investigación, mientras que ellos se encargaban de hacer las veces de CIA de la comunidad de vecinos.Una vez dentro de mi casa, me descalce y fui directo a mi habitación. El lugar tenia un aspecto solitario, mas oscuro de lo habitual. Eso sin lugar a dudas era... Extraño. Pero le reste importancia, me quite el saco sin muchos ánimos, lanzándolo hacia algún lugar en la penumbra de la habitación, dispuesta a dormir por un par de días con la tonta ilusión de que cada uno de mis problemas se solucionasen mientras dormía...
Pero no fue así.
Nada de lo que esperaba que sucediera sucedió, pues unos fuertes brazos me rodearon impidiendo así que me moviese. Una sensación de desesperación recorrió mi cuerpo y erizó mi piel al sentir la tranquila respiración de esta persona chocar contra mi mejilla. Contrastaba perfectamente con la mía, que a cada segundo se aceleraba mas. Y sabia que podía notarlo, le escuche reír por lo bajo para luego hablarme al oído.
- Me parece que aun no aprendes a alejarte de los asuntos que no te convienen, eh.- Su voz sonaba áspera, un poco amortiguada ya que estaba muy cerca de mi.-Haz sido una chica terca y desobediente. Y a las chicas como tu hay que castigarlas, ¿no crees?- Esta vez rió mas alto, con malicia, a la par que acariciaba mi cabello.
Estaba en graves problemas.
Mi cuerpo no reaccionaba, el miedo había podido conmigo. Mi única salvación era gritar hasta que alguien se dignara a venir a socorrerme.
Tome una bocanada de aire, dispuesta a gritar hasta que los tímpanos empezasen a sangrarme. Pero en cuanto hice esto el sujeto forcejeo conmigo hasta que consiguió ponerme un pañuelo con formol en el rostro. Me fui adormeciendo poco a poco hasta perder totalmente la conciencia.
No se por cuanto tiempo estuve inconsciente. Al despertar me encontraba un poco desorientada, intente levantarme pero estaba atada a la cama y amordazada. Y a los pies de ella, sentado de piernas cruzadas se hallaba un hombre alto, de cuerpo estilizado y fuerte musculatura.. Era él. Ese desgraciado. El sujeto que tanto había buscado, el causante de todas mis desgracias.
El asesino de la máscara de conejo.
***
Como pude me reincorpore y empecé a quejarme para que me quitara la mordaza.
- No, ni pienses que te voy a quitar eso de la boca. Si me descubren por tu culpa ya no va a ser divertido.- Al intentar decirle algo inteligible, por culpa de la mordaza, le gruñí queriendo morderle la yugular de la rabia e impotencia que estaba sintiendo en ese instante. Inclino un poco su cabeza confuso- ¿Qué dices? No te entiendo.
Se acerco con cuidado y retiro el pañuelo de mi boca. - Decía que seguramente estar atada en contra de mi voluntad en manos de un asesino en serie era lo mas increíblemente divertido que me iba a pasar en esta vida.- Escupí todo eso que tenia en forma de sarcasmo mientras le miraba con el odio mas profundo que jamas llegue a sentir en la vida. Por un momento en ese ataque de rabia, mi mente se ilumino. Y por mas estúpidas que sonaran mis preguntas debía hacerlas ahora antes de que me matara, si iba a morir al menos debía saber el motivo ¿no?- Ahora si, ¿Quién eres realmente y qué quieres exactamente de mi?
El se limito a reír con sarcasmo, y a mirarme por debajo de la máscara de una manera extraña. Su mirada era intensa e intimidante pero no iba a hacérselo saber. No debía mostrarle a ese imbécil que tenia el control de la situación.
- Niña, ni pienses en hacerte la inocente. Sabes muy bien quién soy. Me has estado siguiendo el rastro todo este tiempo. Por eso estoy aquí.- Me empujo hacia atrás con brusquedad, haciendo que mi cabeza rebotara contra la almohada- Lo siento, pero no puedo dejar que sigas interponiendote mucho mas tiempo en mis planes señorita Park.
Del bolsillo se su pantalón sacó una navaja y empezó a gatear por la cama en mi dirección, como las fieras que aparecen en los documentales, justo en el momento en el que se acercan a su victima indefensa y débil para acabar de una vez con ellas .
La verdad es que en el fondo nunca llegue a creer que este día pudiera empeorar monumentalmente. Pero así fue.
Mi vida estaba apunto de acabarse. Moriría desangrada en mi habitación, en manos de un psicópata que disfrutaba del arte de desmembrar personas por mera diversión.
Y a nadie le importaría realmente.
Una ola de sentimientos empezó a crecer en mi interior, lista para reventar contra mis ojos, en forma de todas aquellas lágrimas que luchaban por quedarse allí agolpadas y que tanto me habían costado contener.
No pensaba derramar ni una sola, quería morir dignamente. Reflejando que aun cuando se había arruinado completamente mi vida, yo había sido extremadamente feliz. Hace dos semanas atrás.
Hace solo dos semanas atrás...
N/A:
Hi, Little Sugar People!!
Bienvenidos a esta fic, realmente estoy haciendo un gran esfuerzo. Es mi primer intento de escritura y la verdad es que quiero que disfruten y que amen este trabajo tanto como yo. A pesar de que ya se habrán dado cuenta por el nombre y por el prologo de que esta no es precisamente una fic muy rosa, esta hecho con mi mas sincero amor a Bangtan, la escritura y por ultimo pero no menos importante, ustedes.
Espero poder entregarles lo mejor de mi en esta (y las próximas) fic(s), lxs sarangheo con todo mi ser.
bye!!