MoonByul observó por millonésima vez su teléfono, no esperaba nada, no esperaba un mensaje de feliz navidad de YongSun, claro que no, y menos por el hecho de que la castaña que días antes se había auto-designado su novia, cuando vio que una luz brillo en este casi corrió tomándolo, era un número desconocido “Hola” Escrito de manera formal, cerró el teléfono, y este volvió a sonar segundos después, “¿¡Por qué me dejas en visto!? ¿¡ah!?” MoonByul fruncio el ceño, que le pasaba a esa persona, fue lo primero que paso por su mente, tomo su saco y bajo hacia la sala
—¿Donde irás?— Preguntó su madre y MoonByul giro la cabeza, pleno 24 de diciembre ella iba corriendo fuera de su casa, —Por ahí— respondió mientras abría la puerta “Si iras con YongSun, no vuelvas tarde, ¡Lleva algo caliente esta nevando!” Gritó la mujer pero MoonByul ya había salido, unos minutos más tarde ya estaba en su apartamento, la puerta como siempre estaba abierta, solo la empujó un poco y pudo entrar, cuando entro lo primero que vio fue un chico, ¿Por qué había un chico en el apartamento de solar? Llevaba los cabellos largos y el pecho desnudo, si no fuera por lo anterior nombrado probablemente lo fuera confundido con una chica por su delicado rostro
—¿Quien eres?— los dos comentaron lo mismo, pudo ver como la castaña salía del baño, con su cuerpo cubierto por una toalla y sacudiendo su cabello con otra, cuando vio a la rubia una sonrisa ilumino su rostro, corriendo hacia ella, cuando se acerco a abrazarla MoonByul dio un paso hacia atrás sin quitar su mirada del chico, provocando que YongSun detuviera su paso y la sonrisa se borrará casi al instante
—¿Viniste a verme?— Susurró YongSun esperanzada mientras se sujetaba de su brazo y MoonByul le vio atenta unos segundos, y después negó —Mis apuntes de trigonometría, los deje aquí—respondió sintiendo como su brazo era nuevamente liberado, y se retiraba de la sala en busca de sus apuntes, el chico ya no estaba en su vista, pero cuando solar volvió, ya cambiada, él volvió a salir esta vez con un saco, se acercó a la castaña,
—MoonByul ven, él es JeongHan— Dijo sonriente y esta hizo una pequeña reverencia con la cabeza —Hannie, ella... Es MoonByul, ya antes te hable de ella— susurró la castaña y el joven asintió mientras estiraba una de sus manos, amigablemente como había hecho solar la primera vez que se vieron, MoonByul espero dos palabras más en aquella presentación que nunca llegaron, observo sus propias manos dentro de su saco, ni siquiera había tomado los guantes al salir de casa, ya que esperaba estar sola con la castaña, YongSun llevo sus manos a la del chico bajándola mientras negaba, el chico sonrió en grande y mientras se adentraba al cuarto de solar sacando una maleta, esta que llevaba las libretas de MoonByul en la mano se detuvo frente a él, diciendo algo que no pudo escuchar la rubia, y después rió un poco, el pelilargo se acercó a ella abrazándole y dándole un beso,
En los labios; él chico le besó frente a ella.
Y ella no lo detuvo en realidad rió un poco después de este mientras golpeaba su hombro; bromista.
MoonByul se levantó de la silla donde estaba, cansada de presenciar tal escena salió de la habitación, pero pocos segundos después pudo sentir una mano sujetando la suya, conocía a la perfección aquel tacto, un mareo comenzó, sus manos habían comenzado a temblar y un fuerte sudor se presento, como si nuevamente fuera un desconocida, de un manotón se separó, sus ojos aguados fue lo primero que la castaña notó
—¡No me toques!— Gritó desesperada, su paso temblaba, y sentía que se desmayaría, no se resistió más y se fue corriendo del lugar.
A veces pienso que me excedo con el drama ;;;;;;;;
Jsjsjsjsjsj Esta semana ha sido muy ajetreada, estoy cansada, pero estuve escribiendo, estoy con dos nuevos moonsun, que estoy segura que les van a encantar, pero por ahora sera un secreto de que irán jsjsjsjsj
Hasta el domingo baes~♥
—HappyVirus06—
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"¡Don't touch me!" MoonSun
Fanfiction-No te me acerques...- Eran las palabras que escuchaba la castaña casi todos los días, y odiaba eso, pero maldita sea, quería hacerlo, pero ella seguía repitiendo la misma frase vez por vez "No me toques" De castañas molestas, rubias extrañas y una...