son la una y media pasadas,
es el cumpleaños de mamá.
Aún no comí,
y me da paja cocinar.
Mamá no está, lo cual me pone un poco triste,
la quería ver.
escucho spinetta, siento las letras trabscribirse en mi sangre.
el ayer me persigue en piel y hueso.
no se va el ayer, queda ahí, hagas lo que hagas.
"por más que me fuercen,
yo jamás voy a decir
que pasado es mejor.
¡mañana es mejor!"
eso dice una canción.
siento mis ojeras crear una sub-ojera,
siento el aceite de la sartén incendiar su ser,
saltar tras el asesinato en misterio de mi autoestima.
siento el ventilador,
de vez en cuando sopla.
nueve es hoy.
y sólo eso es nueve por ahora,
por hoy.
el corazón de miel se derrite ante tus ojeos enamoradores,
el cerebro, inteligente, sensato, estratega, es bateado por el corazón mismo.
y no sé si esto me lleva a un precipicio o si me lleva a algún lugar seguro.. (aunque, qué lugar puede ser seguro si no estamos bajo control)
nubes de algodón ahogan tus lágrimas por la noche,
sueños de algún futuro quizá lindo,
la comida no hecha,
revolución.
quiero gritar.
quiero reír a carcajadas,
quiero abrazarme y caerme en mi mundo,
donde nada es real.
quiero caer en un sueño que consuma la mayoría de mi número nueve.
quiero que algo me guíe al camino correcto.
pero temo que la opinión de ese algo sobre lo que es correcto sea incorrecto.
temo guiarme sola.
temo salir al exterior,
y decir, hoy es viernes nueve de febrero.
estoy viva, y esta es la realidad.
temo a eso.
temo a perderme y nunca más poder encontrarme.
temo que un viento me sople y jamás aparecer.
temo de éste mundo.
temo de mí misma.
temo y dudo sobre este número nueve.
ESTÁS LEYENDO
la sombra del aire
Poesietic-tac, el tiempo pasa, y tú sigues aquí escribiendo poesía.
