Iba todo muy tranquilo.
Yo, iba con unas pastillas en la mochila de clonazepam. Deseaba tomarlas y caer en ese sueño fatal del que nunca se despierta.Era de tarde, llovía, era tiempo de la primera.
Se enteraron.
Seguía lloviendo.
Yo tomé otra.
No sabía que hacer. Estaba drogada; ahora mismo deseo haber tomado todas o simplemente ninguna.
Tomé otra más.
Me empecé a sentir mal,
Un pequeño demonio se estaba apoderando de mi.
Una gran falta de felicidad me había hcho un gran daño.
Me hizo efecto. Estaba drogada con clonazepam.
Eric me acompañó a la parada del bus, yo no recuerdo nada.
Llegué a mi casa meada encima, drogada, con sueño, tarada.Viernes
Charlas, charlas, charlas. Estúpidas charlas.
Ahora, estoy en el medio. No estoy ni viva, ni muerta, o al menos eso siento. No tengo paz.
No tengo privacidad. Ya no recibo respeto. Ya nadie confía en mí. Esto es horrible.
Quiero revertir el tiempo atrás.
Ya no quiero sufrir todo esto.
Ya no quiero estar cansada.
Ya no quiero ser lo que soy, y lo que fuí.
Ser la culpable de todo esto.
Ser la culpable de todo lo anterior.
Ser la culpable de todo.
Ser la culpable.Ésto me harta, y me harta de verdad. Detesto todo esto, detesto tener que estar así. En el medio.
Ya no sé que sentir. ¿por qué sobreviví? No lo sé, tal vez faltaba otra más. En ocasiones agradezco pensar en todo lo bueno, sentir empatía por todo eso, por todos ellos.
Pensar en un nuevo futuro.
Y decidir, no tomarla.Luchar contra las barreras de la muerte, no puedo más, ya perdí casi todas las batallas contra las barreras de la vida.
Pero ¿sabes qué? No me voy a rendir, querida vida. No lo voy a hacer.
Resistir, no es durar.
Vivir, no es respirar.
Y yo, no soy la perdedora de ésta batalla.
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la sombra del aire
Poesiatic-tac, el tiempo pasa, y tú sigues aquí escribiendo poesía.