015.

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— ¡Esto no es justo!

Las cuatro chicas ignoraron a Hoseok por décima vez mientras lo llevaban a la puerta. Era hora de que se fuera.

— Hoseok, mi papá llega el domingo así que mañana sábado volveré a nuestro departamento, ¿okay?— Jungha lo empujaba por el pecho.

— ¡Sí! Pero yo quería quedarme aquí también.

— Hoy es nuestra última noche aquí, mañana te quedas tú y el domingo vuelven a su casa. Listo, Hoseok, vete.— Jini resolvió el problema, Hoseok ya estaba afuera.

— ¡Adiós!

— ¡Son unas maldi...— Su voz se cortó cuando Sunmi logró cerrar la puerta. Hyeji rió.

Toda la semana, las cuatro se habían estado quedando en la casa del padre de Jungha. El señor Bae decidió tomarse una semana de descanso con su novia y se fueron a Hawaii; la casa se quedaba sola y no había problema en eso, pues el vecindario ers extremadamente seguro, sin embargo, Jungha quiso quedarse. Y como era una gran casa, invitó a sus amigas a quedarse con ella, sólo de lunes a viernes y hoy era viernes, habría noche de chicas.

Desde afuera escucharon la voz de Hoseok de nuevo y rápido supieron que él estaba discutiendo sin sentido.

Jiwoo había llegado.

— ¡Los chicos te están esperando en el taller!— Jiwoo le gritó, estando ya en la puerta, las cuatro menores viendo todo.— Largo, tarado.

— ¡Pero me van a extrañar!

Hoseok finalmente se fue por el sendero hasta llegar al Mustang, antes de subir a éste, miró con recelo a las cinco chicas paradas en la puerta, Jungha le tiró un beso.

— ¡Te amo!— Gritó ella y cerró la puerta.

Sunmi se cruzó de brazos y negó con la cabeza aunque sonreía. Ella había llamado a Hoseok, pues todos los días le pedía información sobre Yoongi y por suerte había mantenido un perfil bajo, aunque, había comenzado a fumar más de lo normal y aunque era una sustancia "leve" a comparación de las otras, no le gustaba la idea tampoco. Sólo había llamado a Hoseok, pero él decidió aparecer y se quedó más de lo esperado. Pero ahora estaban todas y solas, podían poner en marcha su noche de chicas.

Necesitaba esto.

Como era costumbre, la escuela estaba más tediosa de lo normal, justo como los maestros le habían advertido antes de comenzar el semestre, por suerte, su horario no ocupaba los sábados como antes y tenía tiempo para relajarse a partir del viernes por la tarde. Aunque su término de "relajarse" era irse de fiesta casi siempre, ver una película que la hiciera llorar y beber una buena copa de vino también funcionaba.

— ¡Entonces!— La voz de Jungha llamó la atención de todas. Las cinco ya estaban con sus pijamas puestas y en la sala de cine.

Sunmi levantó la vista de su celular; hace unos minutos le había mandado un mensaje a Yoongi y como era de esperarse, lo ignoró. No importaba. Ni siquiera tenía esperanza que lo contestara, ella sólo quería que él lo leyera y de alguna manera supiera que estaba presente.

Ella creía que una persona dentro del mundo de la adicción se sentía sola, y ella jodidamente estaba con él.

Siempre lo estaría.

— Iré a la reserva de mi papá por una botella, alguien ponga la película.

— ¡Yo lo hago!— Sunmi se estiró por el control remoto de la gran pantalla. Era como una mini pantalla de cine.

Ambos padres de Jungha tenían sala de cine en sus casas y ella lo amaba, las chicas lo hacían también. Pero la de su padre era la favorita; mientras la mamá de Jungha tenía equipados asientos de una sala de verdad, su papá había optado por la comodidad y el suelo era alcochonado, había mantas y cojines gigantes por todo el piso, además de sillones puff.

Given Up ➳ Yoongi {Save ME Book #4}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora