Capítulo 28: Porque cuando yo te busco, eres tú el que me encuentra

105 12 3
                                    

NARRA NELLY

Estábamos en el salón luego de haber cenado y de haber hablado de todo un poco, de habernos puesto al día de todas nuestras cosas, lo típico que hacen dos buenos amigos después de haber estado separados un buen tiempo.

-Menudo aburrimiento de programa... -Susurraba JuanPa con voz de adormilado en el sofá.

-¿Lo cambio?

-Sí, por favor...

Me levanté para pillar el mando que estaba en la mesilla justo al lado de donde estaba JuanPa. Cuando agarro el mando, este me agarra por la cintura y tira de mi para hacer que me siente encima de él.

-Eres un aprovechado... -Río.

-Había que aprovechar la ocasión tan buena que tenía.

-¿No te han llamado?

-No, les he escrito un whats de que me quedaba a dormir contigo.

-¿Y me pediste permiso para quedarte?

-¿Es obligatorio?

-No, pero ya te vale.

-Aún encima de que me quedo contigo...

-Pero te quedaste porque era una urgencia, porque te urgía verme.

-Llevo intentando verte desde que venimos por primera vez de gira a España.

Me quedé en ese momento en silencio. ¿Llevaba tanto tiempo queriendo verme? Era imposible. ¿Tanto le surgía abrazarme?

-Vaya... -Susurré.

-Las buenas historias siempre están escritas para regresar a ellas. -Decía acariciándome la espalda por debajo de la camiseta.

-JuanPa... -Susurraba mirándolo.

-Perdón... -Se disculpó sacando su mano de su posición.

-No... No es eso... No me incomodas... Sólo siento que... Debo decirte una cosa...

-Dime... -Deía jugando con su pelo.

-Creo que... Te sigo queriendo... Y mucho...

-Nelly...

-No sé qué es lo que es, seguramente sea porque hace años que no te veo y, volver a verte ha sido el remedio que necesitaba. Llevo pensando en esto todos los días... En cómo sería, si te tomarías bien volver a verme... -Suspiro. -Pero siento que en mí, nada ha cambiado...

-Nelly... Escuchame... -Vuelve a pasar su mano por debajo de mi camiseta luego de haberse acomodado. -Es difícil en estos momentos... No digo porque llevemos años sin vernos, de hecho nos pasó de niños y volvimos a reencontrarnos, sino porque ahora mismo tengo un contrato con unas normas que cumplir que no me dejan tener novia, por eso te dejé antes de marcharme, porque sabía que el contrato me lo iba a prohibir... Nunca dejé de quererte, ni de embobarme con cada foto que miraba antes de dormir con el único objetivo de reencontrarme contigo y besarte como si no hubiese un mañana. -Se acercó a mí poco a poco haciendo que nuestras frentes permaneciesen juntas y nuestras bocas a milímetros. Mi corazón en ese momento iba a mil. -Puedo amarte, pero en silencio sin que nada salga a la prensa, puedo hacerte el amor como antes y observarte dormir, pero siempre que esto sea nuestro secreto, todo puedo hacerlo esta noche y toda una vida en secreto si he podido hacerlo hace dos años.

Su boca pedía a gritos ser besada, así que lo obedecí y uní nuestros labios mientras agarré su pelo y hundí mis labios en él como hace unos años lo haría. JuanPa seguía acariciándome por debajo de la camiseta mientras me seguía el beso, incluso comenzó a porderme, para luego bajar por mi cuello. No estaba bien, pero ambos veníamos necesitando un reencuentro así.

No tardamos en ir aligerándonos la ropa y quedar totalmente desnudos.

-Madre mía... -Susurró tras echarme un vistazo rápido.

-¿Y ya? -Reí para luego morderle el labio inferior.

-No me acordaba yo de este cuerpo... Y mira que eres atractiva por dentro, pero por fuera...

-Idiota... -Susurré para luego volver a besarlo.

Volvimos a besarnos, esta vez con más ganas que antes, comenzamos a tocar nuestros cuerpos, hasta que JuanPa decidió envestirme poco a poco. Comencé a gemir lentamente, haciendo que JuanPa aumentase más el ritmo. Mis gemidos seguían siendo constantes. Sus manos acariciaban mi espalda hasta tal punto de llegar a arañarme por el éxtasis.

-Nelly... -Susurraba una y otra vez a mi oído una vez pegados nuestros cuerpos.

-JuanPa...

Y después de un mar de mareas, acabamos corriéndonos los dos al mismo tiempo al mismo tiempo que llegábamos al orgasmo.

Ninguno de los dos se movió, sólo nos quedamos en la misma posición. Nos miramos a los ojos y, comenzamos a reírnos. ¿Qué cojones habíamos hecho? Nos habíamos dejado llevar por el calentón que veníamos acumulando tiempo atrás desde que volví a aparecerle en el punto de mira.

-¿Otro? -Susurraba JuanPa en mi oreja mientras me la mordía. Sonreí sin saber que decirle, tenía ganas de otro, tenía ganas de que me follase toda la noche, de que me volviese a hacer sentir las mariposas en el estómago y que me aprendiese de nuevo, lo que era estar enamorada de verdad. -Interpreto el silencio como un sí... Porque necesito volver a sentir lo que es estar dentro de ti, lo que es querer tanto hasta que duela... Y lo que va a doler cuando me tenga que marchar...

-Shhh... -Le susurro apoyada en su cuello. -No pienses en que dentro de tres días vas a tener que volver a Colombia, piensa en disfrutar del presente, sea o no conmigo.

Y cuando dije eso, volvió a besarme y, volvimos a follar, volvimos a envolver el salón de pasión, susurros, gritos y orgasmos, por no mencionar alguna que otra risa.

Más Que Una Amistad Sin Fronteras(Edición Isaza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora