Noción

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Capítulo 5

Noción


-A todo esto, ¿como te llamas? Caballero de brillante armadura.-sin querer, mis palabras sonaron irónicas-. ¿Y eres?

La clase estaba en un profundo y aburrido silencio. Por lo cual mis susurros eran realmente bajos. Él solo levantó una ceja, sin pronunciar palabra. Lee al otro lado de mi, me dio una sonrisa divertida. Entre estos dos, seguro terminaría loca. Parecían mis guarda espaldas.

Como si no bastará tenerlos ha ambos en mis dos flancos.
Le dejaría en paz por ahora. No es como si muriera de curiosidad.

-Sebastian.

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Los susurros en su habitación no tenían fin ¿Acaso no tenían que les oyeran?. En especial con el silencio excesivo en toda la casa.

Tal vez estaban muy seguros que todos dormían. Nunca van a parar, no lo harán.
El dolor en mi pecho cada vez me robaba el aire. Tan fácil de calmarlo y tan difícil de evitarlo.

Sólo unos pasos me separaban de su habitación. Sus voces claras. El odio y su desprecio no pasaba a desapercibido.

-Ya estoy harta de esto.

¿De que se supone que estás harta madre?

-No me vengas con eso, Helen. Tú tienes la culpa de toda la porquería en nuestra familia. ¿Crees que no se la verdad, que solo te martirizas? Si aún sigo contigo es por mis niños. Unos hijos que cada día están más lejos de mi. No pienso permitir que vayas a envenenar el amor que tienen por mi . . . Estoy tan cansado. ¿Cuantos años mas seguiremos así?

Da la vuelta. No escuches.

Me repito una y otra vez esas palabras. Pero como siempre me quedo en silencio y escuchó.

》Se que te ves con él, siempre él. Tal como tu sabes que veo a otras y la veo a ella. Y, sin embargo siempre será ella, hagas lo que hagas siempre será ella. Ella que estuvo antes que tu, ella que tuvo y tendrá mi corazón. Aquella mujer a la que llamabas amiga. La persona que nunca fue culpable de nada, más sin en cambio haz destrozado la vida ¿Cuanto más daño quieres ocasionar? Me tienes. ¡Es lo que siempre quisiste! Y ahora, sólo te pido que dejemos de comportarnos como unos estúpidos niños quienes temen a la oscuridad. Solo te niegas. Tú. Tú que fuiste la causante de todo el mal. ¿Qué quieres ahora? Te di el prestigio, dinero y buena posición que tanto anhelabas y aun así no es suficiente. Ya no se que mas puedo dar, cuando ya he dado todo.》

Sus palabras hacen estremecer mi corazón. Cuanto dolor hay en sus palabras.

Sin esperar ha oír más huyó. Como la cobarde que soy.

De tal palo, tal estilla.


Las últimas horas de la madrugada pasaron lentas. Los podía oír en su habitación.

-Una liberación. Un escape.

Me susurro.

Tal vez esto sea el final.


Erika ha llegado. Le puedo oír en la cocina, hoy no quiero salir. Los cortes aún arden, al menos esto distrae un poco del dolor en mi pecho.

¿Cuantas veces me he dicho que no lo volvería a hacer?

Que seria la ultima. Me siento sucia. Asqueada de mi poca resistencia ¿Que haría mi madre de saberlo? ¿Sentiría lástima?

Todo era mas fácil cuando era ignorante. Ahora entiendo que cada persona es feliz en su ignorancia. Y yo fui feliz.

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