No te dejaré (Chack)

Capítulo 5

-¡Esto no va nada bien! -gritó Kimiko frustrada

Nuestros queridos buscadores estaban sentados en una pequeña colina quejándose por el cansancio y por no haber encontrado nada acerca de la abuela Spicer o del pelirrojo desaparecido

Habían pasado ya seis horas viajando con las Garras del Tigre Dorado pasando de país en país preguntando a los viejos secuaces de Jack o a cualquier turista que sabía demasiada información del lugar al que iban pero ninguno sabia de quien hablaban

Excepto Le Mime pero no fue de gran ayuda, él era el único que había visto a una señora de la tercera edad con las características que Wuya recordó, pero al final de su mímica se encerraba en una caja o fingía ser llevado por el viento, lo último que le entendieron antes de hacer nuevamente la mímica de estar encerrado en una caja fue que visitaran Grecia ya que fue ahí donde vio a aquella señora

-Por favor dime algo nuevo niña -dijo Wuya molesta por el cansancio

-Ya buscamos por casi todo el mundo, recorrimos gran parte de Grecia y ¡Nada!

-Enserio, dime algo nuevo

-*suspiro* supongo que tendremos que seguir buscando mañana, está empezando a oscurecer y seguramente el maestro Fung ya sabe que no estamos ahí

-Me parece bien descansar hasta mañana -se pone de pie gimiendo de dolor al sentir un ardor en sus pies- al menos sabemos dónde buscar, será más rápido buscar en un lugar específico que en todo el mundo

-Si, vamos Omi

-...bien

Al voltear vio que su pequeño amigo tenía la cabeza agachada con una mirada apagada

-Oh Omi descuida lo vamos a encontrar

-Eso espero, no quiero que Chase Young tenga razón

-Oh vamos pequeño monje -dijo Wuya- sabes cómo es esa lagartija, no le interesa nadie mas que él

-Cierto Omi, no dejes que las palabras de Chase te afecten, te prometo que lo encontraremos tarde o temprano, si encontramos a su abuela estoy segura que sabremos algo de él muy pronto

-Bien

Y así los tres buscadores regresaron al Templo con las Garras del Tigre Dorado sin saber que un lobo gris con ojos verdes los estaba acechando muy de cerca, el lobo se fue de ahí al ver que sus presas se habían ido y se dirigió a una cueva al otro lado de la colina donde empezaba el bosque, la entrada de la cueva tenía escritas unas runas antiguas alrededor que empezaron a brillar cuando el lobo se acercó haciendo que un portal se abriera

El Lobo no se inmutó al ver el remolino rojo frente a él, sin dudar dirigió sus pasos al interior del portal

•~•|Mientras tanto|•~•
(Pov. Chase)

Ya estaba anocheciendo cuando llegue a mi ciudadela, el día fue agotador y por si fuera poco Wuya se había ido con Omi y Kimiko a quien sabe donde dejándome con el mocoso de Raimundo tratando de explicarle a Fung lo que había pasado

-(Eres un tonto)

Oh genial, él de nuevo...

-Que quieres ahora?

-(Sabes lo que quiero)