Voces En Mi Interior [Adrien Agreste] ⚠️REESCRIBIENDO⚠️

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N/A: este capitulo es narrado desde él punto de vista de Adrien.

N/A/2: este capitulo sera mas largo que los demás.

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Él día había llegado, hoy todo terminaría.

Me encontraba caminando por la calle en dirección a la escuela.
Pase a un lado de una vitrina repleta de televisores. En estos se anunciaban las noticias.

-... Andre Bouruelos es él mejor candidato para la presidencia...
En noticias de ultima hora... un accidente automovilistico se hizo presente en las calles de París.

Me detuve en seco frente a la vitrina para oír lo que la reportera Chamak diría.

-esta mañana un auto se volcó a las afueras del Louvre. Dentro de este se encontraban tres personas que fueron identificadas como Tom Dupain, Sabine Cheng y Marinette Dupain Cheng. En estos momentos se encuentras siendo atendidos en un hospital y afortunadamente ninguno fue herido de gravedad. La policía asegura que no fue un accidente, ya que se encontraron indicios de que los frenos fueron saboteados.
En otras noticias...

Cuando termino de explicar di la media vuelta y seguí caminando, me puse la capucha de mi sudadera con una sonrisa en él rostro.

-muchacho, estas listo?

-esta vez estoy en un punto sin retorno plagg.

[...]

Cuando llegue aun era temprano.

Subí las escaleras y sin darme cuenta, Nathaniel apareció frente a mi. Él y todo su grupo se encontraban en la entrada.
Uno de ellos me tomo de los brazos reteniendo me mientras otro golpeaba mi estomago.

-¡eres un maldito nenaza. Te mereces esto y mas!

Esa palabra resonaba en mi cabeza ¡nenaza!**. Eso es lo que era.
Un golpe en mi hombro me saco de mis pensamientos. Me había tirado al suelo.
Mire hacia mi alrededor, risas y murmullos de lastima eran lo único que captaban mis oídos, acompañadas de miradas compasivas de quienes no se atrevían a intervenir.

Pase saliva en seco y me resigne, esa felicidad no les duraría mucho.
Y entonces comencé a reír, reír como hace tiempo no lo hacia. Una risa tan enfermiza que me hacia parecer un maniático.

-adelante, pegad me mas, JAJAJAJA, no les daré en gusto de que me vean llorar nuevamente.

-¡maldito idiota, ya hasta pareces masoquista!

-JAJAJA, ya no me dan miedo, ¡todos ustedes se irán al infierno, JAJAJA!

-¡CALLATE!

ese grito taladreo mis oídos acompañado de una patada en él rostro, deje de reír, y los deje disfrutar su ultimo día de vida.

Minutos después me dejaron tirado en él suelo. Con dificultad me levante y me dirigí a los lavabos.

[...]

Seque mi rostro con la manga de mi suéter y cerré la llave del grifo.

Me senté en él suelo a esperar, en los pasillos aun había gente y no podía arriesgarme.

[...]

Entre con cautela al despacho del conserje aprovechando que este se encontraba en su descanso.
Debo decir que me ahorro las molestias, tome las llaves de la pequeña mesa en él lugar y salí corriendo.

Corrí hasta él cuarto piso, él ultimo, y uno por uno cerré los salones con llave desde afuera y con mucha cautela esparci un poco de gasolina por los pasillos. Hice lo mismo en los siguientes tres pisos y con la oficinas de los superiores.

Mi aula se encontraba en él tercer piso, me dirigí a esta acompañado de una garrafa de gasolina en mi mano derecha mientras mi otra mano sostenía una caja con cerillos.

Abrí la puerta del salón ferozmente, escondí la gasolina en mi espalda y discretamente quite la tapa. Todas las mirada se posaron en mi, algunas de impresión y otras con sonrisas y malas intenciones.

-¡joven Adrien! ¡Esas no son maneras de presentarse a clase, y encima de todo tarde!

Bustier se veía furiosa.
Sonreí de manera sádica.

-¡SORPRESA!

En un acto de rabia volque él combustible dentro. Ninguno pudo reaccionar y utilizando eso a mi favor, encendí un fósforo y lo arroje al suelo mojado.

Corrieron en dirección a mi, a la puerta, pero fue en vano, la cerré con fuerza y le puse la llave.

Comencé a camina disfrutando de los insaciables gritos de desesperación de las personas que alguna vez me hicieron daño y que a pesar de que otras no lo hicieron prefirieron presenciar una injusticia, gritos que resonaban en mi cabeza como una sinfonía.
Plagg reía, no, se carcajeaba al igual que yo.

Salí de la institución como si nada y observe todo desde afuera, él fuego se había extendido y él edificio se encontraba consumido en llamas.

Divise la ventana de mi aula, algunos aun seguían vivos, frunci él ceño, este se desvaneció al ver como la maestra Bustier, en un acto de desesperación subía al borde de la ventana y saltaba.

Aterrizo justo a un par de metros de mi.
Escuchar él desgarrador grito al saltar, ver como se ahogaba con él aire, y oír sus huesos quebrarse al tocar él suelo, fue como un detonante para que de nueva cuenta comenzara a reír y plagg junto con migo.

Ambulancias, bomberos, policías, las sirenas me taladraban los oídos, no deje de reír, estaba consumido por la adrenalina.

Y en ese momento, después del agudo dolor en él cuello, todo se volvió obscuro.

Continuara...

-アビゲイル