XXXI Capítulo: Caída.

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Judy caminaba de manera alegre rumbo a la casa de su mejor amiga, Helen le seguía el paso desde atrás sin ningún ánimo de hablar con ella. Ha decir verdad se sentía solitario no tener a la enana presente, como si hiciera falta algo en el ambiente.

Al llegar vieron a su profesor de artes, de manera alegre Judy lo saludó mientras él se limitó a alzar la mano, Helen solo lo miró con indiferencia. Dieron un par de toques a la madera y escucharon un "ya voy" de una mujer demasiado animada.

—Buenos días, Victoria— dijo Judy al ver a la mujer.

— ¡Qué gusto verlos a ambos! Entren.

Ambos entraron y de manera amistosa la castaña y la rubia empezaron a charlar, Helen dejó la maleta en el sofá, se limitó a mirar las escaleras esperando ver a Emili ¿Desde cuándo empezó a desear verla siempre? Lo había dejado preocupado el hecho de que haya salido con los Proxys, no era algo normal que ella se conociera con Toby... Sin embargo su mente no le dejaba enlazar ningún pensamiento en su contra.

— ¡Emili tenemos visita!— pronunció la rubia y se dirigió a la cocina junto a Judy— Helen ¿Te parece si subes y la llamas?

El chico asintió seriamente.

Subió las escaleras admirando nuevamente las fotografías y dibujos, como si se hubiera dejado alguno la anterior vez. Llegó a la habitación de la azabache y tocó la puerta un par de veces.

Escuchó unos pasos y luego vio como salía la chica con una toalla a su alrededor con su cabello mojado.

— ¡He-Helen!— tartamudeó impresionada.

Las mejillas de ella tomaron un toque rojizo y la vergüenza la invadió, Helen la miró de manera disimulada y sintió la temperatura subir, sintiéndose algo incómodo.

—Eh...— por primera vez el chico no sabía que decir.

La mente de él estaba en blanco, aunque su rostro fuera serio y no tuviera una expresión fuerte no quería decir que no se sentía expuesto, incómodo... ¿Agradado?

— espe-pera— tartamudeó ella mientras apretaba fuertemente su toalla evitando que se viera algo de más— ya bajo— dijo con entrecortados, sin esperar la respuesta cerró la puerta.

Helen suspiró y pasó su mano por su rostro un leve rubor pintaba sus mejillas, miró las escaleras y lentamente bajó escuchando las burlas de ambas mujeres, hablaban de una serie que desconocía y de sus personajes. Él casi no veía televisión, seguramente porque todo lo que encontraba eran noticias sobre asesinatos.

—el protagonista se parece a Helen— dijo Judy.

Victoria lo meditó y luego sonrió.

— ¡Tienes razón! Aunque la actitud es totalmente distinta.

No podía defenderse al no saber de qué hablaban, en primer lugar ¿De qué se iba a defender? Cada vez que estaba con la gente del común se sentía fuera de lugar, incluso con los de su "especie" sin embargo junto a la chica azabache se sentía tan tranquilo, no sabía por qué, seguramente porque no era molesta como la humanidad.

Al no saber qué hacer solo se dirigió a jugar con el canino, ya era un adulto prácticamente y tenía energía de sobra, por lo que el animal lo lanzó al suelo. Escuchó una burla atrás y al mirar vio a Emili, se sentía bien verla.

—Emi— llamó en un leve grito su amiga— En verdad te extraño mucho, estoy solita en el descanso, Helen nunca habla y solo dice no y sí como un robot.

Se quejó de inmediato.

—No es mi culpa que todo lo que preguntes sea sencillo de responder— se defendió Helen.

Asesino [Bloody Painter] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora