Diario de un Universitario [Adaptación]

Capítulo 9

Durante las dos semanas que siguieron, Zayn se esmeró en permanecer ocupado la mayor parte de su tiempo. La usencia de Liam no le estaba sentando nada bien y andaba huraño e irritable casi todo el día. Se aburría y se agobiaba a partes iguales.

Su intento de forzar el encuentro con Adam se tornó en imposible cuando, tres días después de la marcha de Liam, su hermano empezó a acompañar a su padre al trabajo. El hombre, dueño de una empresa de construcción, decidió darle a su hijo la oportunidad de desfogarse echando una mano en la obra. Cargar sacos y transportar ladrillos era una tarea pesada y agotadora y Adam llegaba muy tarde cada noche y se hizo imposible coincidir con él.

Adam puso de su parte para que esto sucediera, por supuesto. No quería hablar con Zayn, así se lo había dicho, y no hacía gran cosa por disimular que lo estaba evitando.

Pero aquello no era importante en esos momentos. Ya habían pasado las dos semanas y Liam llegaría de un momento a otro, a lo largo de la tarde.

Habían seguido en contacto a través del móvil, pero la cobertura era terrible en la zona rural debido a las montañas. Al menos habían tenido tiempo de decirse alguna cosa. El resto del tiempo había sido pura añoranza y frustración.

Hasta ahora.

Liam estaba de camino a casa y eso era lo único que le importaba.

**

Las dos semanas más largas de mi vida tocan a su fin. ¡Menos mal, me estaba volviendo loco!
Creo que con esta experiencia he aprendido muchas cosas, algunas muy importantes. Como que estoy tan enamorado de Liam que no sabría continuar con mi vida si él no forma parte de ella. Ya, sé que esto que digo no es más que la consecuencia del enamoramiento y que estos ataques de ñoñería pasan después de un tiempo, pero hasta que eso pase, me volveré loco sin Liam. Y punto.

Es curioso, pero jamás le he dicho a nadie que le quiero. Me refiero a ninguna chica, claro. Liam es el primer chico con el que tengo relaciones y sin embargo es la única persona que me ha llegado tan adentro, el único que me provoca todos estos sentimientos para los que la mayoría de las veces no tengo nombre. Supongo que es el amor, que es caprichoso y no entiende de géneros.

Esta noche, entre otras cosas, pienso poner remedio a eso. Voy a decirle lo que siento. Le diré que le quiero y que... bueno, no sé qué más le voy a decir, pero no pienso guardarme más todo esto.

Por otro lado, he preparado a conciencia la vuelta de Liam. Quiero que ésta sea una gran noche. Por la que nos quitaron el día que supo lo de la universidad, por las que nos hemos echado de menos estas dos semanas, por las que hemos pasado separados. Esta noche va a compensar todas esas otras.

He estado planeando la noche perfecta. Y no, no incluye cena con velitas. Quién necesita eso. Voy a llevarlo a un sitio especial y voy a darle un regalo especial. No sé si le gustará, pero es lo mejor que tengo para ofrecerle. Estoy seguro de que sabrá apreciarlo y aprovecharlo al máximo. Eso espero, al menos.

**

Eran las siete pasadas cuando llegó Liam. Su padre había ido a buscarlo y venía sentado en el asiento del copiloto con el codo apoyado en la ventanilla bajada. Nada más parar frente a su casa, miró en dirección a la casa de Zayn, buscándolo con la mirada.

Zayn estaba dentro, mirando por una ventana del segundo piso, oculto tras las cortinas, pero de alguna manera Liam lo localizó. Intuyó dónde estaba y sonrió en su dirección, aunque no pudiera ver si éste le devolvía la sonrisa. Sabía que sí.

Se preguntó si debía ir a su casa ya o esperar un rato. No aguantaba más las ganas de ver a Zayn, de besarlo, de decirle cuánto le había echado de menos. Pero lo primero era lo primero.