Capítulo 4

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Zayn llevaba todo el día dándole vueltas a lo de la película. No se arrepentía de haberla visto, y menos de haberla disfrutado, pero ahora era cuando llegaba la parte difícil. Tenía que devolverla.

No se le ocurría la forma de volver a entrar en el cuarto de Liam y dejar el DVD exactamente donde lo había cogido sin levantar sospechas porque, ¿qué pintaba él en el cuarto de Liam? Si alguien llegara a pillarle no sabría qué decir. Y mucho menos si era Liam quien lo sorprendía.

Si bien no había prisa por devolverla a su legítimo dueño, Zayn no quería tenerla más tiempo del necesario. Ya la había visto. Incluso había hecho una copia. No tenía sentido conservarla más tiempo y, con un poco de suerte, Liam no habría notado su ausencia.
Con la esperanza de encontrar un momento para realizar su misión, se fue a casa de Adam con la película escondida en el mismo sitio en el que salió de allí. Si no conseguía llevar a cabo su propósito, se la llevaría de regreso a casa y lo volvería a intentar de nuevo en otro momento hasta que consiguiera dejarla donde pertenecía.

La madre de Adam lo envió arriba sin apenas preguntarle lo que quería cuando le abrió la puerta. Sabía de sobra que iba buscando a Adam. De hecho, no sabía por qué llamaba siquiera. Hacía unos años, antes de irse a la universidad, cada uno entraba en la casa del otro sin pedir permiso alguno, tanta era la confianza y la familiaridad entre ellos.

El cuarto de Adam era el primero junto a la escalera. La puerta estaba cerrada. No podía oír nada dentro, así que no quiso arriesgarse y pasó frente al cuarto muy despacio, casi de puntillas, para no hacer ruido y se dirigió al cuarto de Liam. Era el último de las tres puestas que había, junto al baño.

Estaba abierta y asomó la cabeza con cuidado antes de dar un paso dentro. Que la puerta estuviera abierta no quería decir que no hubiera nadie en el interior. Todo estaba tranquilo, así que entró.

Una vez dentro, era primordial no tardar mucho en hacer la devolución para evitar ser sorprendido, así que se apresuró hacia la librería y retiró los libros rápidamente. Encontró el hueco que había dejado la película y lo deslizó en él. Lo dejó todo tal y como lo había encontrado y se dispuso a salir, satisfecho de haberlo hecho todo con tanta rapidez y precisión.

En la puerta, justo antes de salir, se chocó con Liam.

Indudablemente, venía del baño porque llevaba una toalla envuelta a la cintura… y nada más. Estaba descalzo y desnudo de cintura para arriba y aún se podía apreciar la humedad pegada a la piel de su torso. Llevaba el pelo mojado peinado hacia atrás dándole un aire más maduro y podía oler el aroma del gel de baño desde donde estaba. Estaba recién afeitado y su mandíbula parecía haber sido tallada en mármol. Firme, segura y viril.

Zayn sabía que tendría que dar explicaciones y que estaba haciendo el ridículo allí plantado, sin quitarle los ojos de encima a aquel cuerpo increíblemente bien desarrollado. Bíceps, pectorales y abdominales cubiertos de piel aterciopelada. No tenía ni un solo pelo en el cuerpo, al menos que él pudiera ver, y centró la vista en la profunda v que formaban los músculos oblicuos de su abdomen que se perdían bajo la toalla, para acabar en las ingles, marcando el pubis. Pensar que tampoco debía tener ni un pelo allí le calentó la sangre.

-¿Querías algo?

Su voz le sacó del trance y regresó a la realidad, obligándose a poner en funcionamiento su cerebro para dar una explicación creíble.

-Esto… buscaba a Adam.

-¿Has mirado en su cuarto, por casualidad? 

-Su cuarto, claro. Debe de estar allí, sí. 

Liam sonrió y entró en la habitación. Era el momento de irse ahora que estaba de espaldas y distraído buscando ropa en los cajones de la cómoda.

Diario de un Universitario [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora