Una maldita cena

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Al fin era sábado... El día que menos quería que fuera.
Para colmo, Jimin aún no despertaba, así que tuve que entrar a su cuarto para despertarlo.
Fanservice alert 😂😏
Abrí la puerta con cuidado, todo estaba oscuro, por ello iba caminando a tientas por la habitación.
Al fin encontré las cortinas y las abrí para que toda la luz de la mañana iluminara el lugar.
Justo a mi lado derecho estaba Jimin durmiendo boca arriba, con los ojos hinchados y la boca entreabierta.
-Despierta pequeño ángel-
Susurré, pues sabía que no podría escucharme, tiene el sueño pesado.
-Hyung... No... Mamá y papá van a vernos-
Espera, ¿Qué?.
-¿Jimin? Despierta-
Dije en tono suave.
-Hyung...-
Me está asustando.
-Jimin, despierta-
Le rogué picando levemente su hombro.
-No me dejes, hyung-
Movía sus manos buscando algo y lamentablemente encontró mi mano.
-Mamá y papá no están, ¿Cierto?-
Preguntaba en tono coqueto mordiendo uno de sus labios.
-Oppa... Acércate a mí-
Tomó mi mano y la entrelazó con la suya, tirando con fuerza hacia adelante, haciéndome caer encima suyo.
-J-Jimin... Ya despierta por favor-
Rogaba encima suyo, con un sonrojo evidente.
-Te necesito conmigo... Oppa-
Pasó una de sus manos de su cuello a su pecho con lentitud... Maldita sea, me está provocando demasiado.
Por mucho que quisiera aprovecharme, sabía que despertaría y sería algo muy incómodo.
-Oppa debe de irse-
Le susurré mientras me incorporaba.
-Oppa... ¿Me darías un beso?-
¡¡¿ALGUIEN PUEDE EXPLICARME QUÉ CONCHAS ESTÁ PASANDO POR LA MENTE DE ESTE NIÑO?!!
Besé su mejilla rápidamente.
-Ya está-
Susurré.
-¡¡Jimin despierta!!-
Le grité alegre fingiendo que nada pasó. Al instante se exaltó, brincando levemente de su lugar.
-¿Hyung?-
-Hola, ya vamos a desayunar-
Le dije con el mismo tono, mientras él bostezaba y frotaba sus ojos con ambas manos.
-Voy en un momento... ¿Qué te pasó?-
-¿Porqué lo dices?-
Pregunté con nerviosismo.
-Tus mejillas están rojas-
-Ahh, ohh... Eso... Estuve cerca del fuego para el desayuno, es eso-
Le sonreí y asintió un poco extrañado.
-No tardes-
-Nop-
Salí de su recámara casi corriendo hacia la cocina, por poco y caigo en las escaleras.
-Por Dios, ¿Qué estaba soñando?-
Si era un sueño conmigo... Vaya que es un pervertido.
Pero, no estoy en posición para juzgarlo.
-Sólo... Intenta olvidar lo que pasó y ya-
Dije para mí.
Estaba sirviendo unos waffles y un poco de café para mí, como pensaba preparar una malteada para Jimin, me giré de mi lugar para buscar una copa, pero algo bastante inesperado me pasó y es que no contaba con encontrarme a mi hermanito a dos centímetros de mí sonriendo.
-¿Qué hay de desayunar hyung?-
Obviamente puse cara de sorpresa y me sonrojé, además de retroceder lo más que pude para no cometer alguna estupidez.
-Ehhh, hay waffles y quería prepararte una malteada-
Le contesté nervioso.
-¿De fresa?-
-Ehh... Sí-
Mis nervios sólo iban en aumento.
-Genial... Hyung, ¿Porqué estás rojo de nuevo?-
Se acercó a mí bastante, mirando mi rostro y al final mantuvo un muy incómodo contacto visual a mi parecer.
-Emmm... No lo sé... ¿No tienes calor?-
-No... Puedo abrir la puerta si quieres-
Seguía mirándome a los ojos, con un tono de voz que hasta el momento desconocía en él... ¿Me estaba coqueteando?.
-No, no es necesario, gracias-
Éste mocoso sólo lograba ponerme más nervioso.
-Pero mira, estás sudando-
Su mano derecha se paseó por parte de mi cuello y mi frente.
-¿O estás nervioso?-
Acortó el poco espacio que quedaba entre nosotros.
-¿Nervioso yo?-
Le pregunté fingiendo ironía.
-Tal vez-
-¿Porqué estaría nervioso?-
Ya no te acerques o no me haré responsable de lo que pase después.
-De tenerme cerca podría ser-
El muy descarado se acercó aún más, dejando sus labios a milímetros de los míos.
Quería pensar en algo, no quiero ser el único de los dos que actúe como idiota.
-También deberías estar nervioso entonces-
Recuperé la seguridad en mi voz, ya tenía un plan.
-¿Porqué?-
Me preguntó con una sonrisa de lado.
-Pues porque...-
Empecé a dar algunos pasos hacia enfrente, acorralando a Jimin contra el refrigerador.
-Soñaste algo muy sucio pequeño-
Le susurré.
-¿Me escuchaste?-
¿Ahora quién está nervioso?
-Claro que te escuché-
-Hyung yo...-
Estaba balbuceando de los nervios, sí que me había servido el plan.
-Olvidaremos el tema por el momento... Sólo por el momento-
Besé delicadamente el lunar en su cuello, se estremeció por aquel contacto.
Me alejé y saqué una copa para terminar de preparar el desayuno.
-Tu plato está allá-
Señalé la isla de la cocina como si nada.
-Gracias hyung-
Tomó su plato y se fue.
Cuando tuve todo listo, salí rumbo al comedor.
-Aquí tienes-
Jimin recibió la bebida.
-Pedí el día libre para ayudarte a cocinar, ¿Sí?-
-Gracias hyung, no habría podido solo-
-No es nada-
Comimos en silencio, un poco incómodo.
-Yo lavo los platos-
Recogió todo y fue a la cocina.
-Creo que le afectó un poco lo de hace un rato-
Me encogí de hombros y lo esperé en la sala.
-¿De verdad me escuchaste?-
Me preguntó Jimin mientras caminaba hacia donde yo estaba.
-Oh sí... Te escuché a la perfección-
Le contesté en tono relajado.
-Sabes que uno no controla lo que sueña, ¿Verdad?-
-Sí lo sé... Pero, ¿Con quién soñabas?-
Aunque la respuesta era casi obvia, quería escucharlo decir "soñaba contigo hyung".
-Con alguien especial-
-Alguien como...-
Quería sacarle información.
-No puedo decirte-
Se sentó junto a mí cabizbajo.
-Lo único que sé es que es un chico-
Se sonrojó por mi afirmación.
-¿Cómo lo sabes?-
Preguntó con voz temblorosa.
-Porque en un principio le decías "hyung" y después "oppa"-
Cubrió su ya muy rojo rostro con ambas de sus manos.
-¿Con quién soñabas que era tu hermano?... O acaso... ¿Soñaste conmigo Jiminie?-
Vamos, ya dilo.
-¡¡Soñaba con Jungkook!!-
Gritó desesperado... Me sorprendí bastante por su respuesta.
-Me gusta Jeon Jungkook, me gusta demasiado-
Me miraba triste.
-Por eso te hiciste su amigo-
-Sí-
-Oh... Ok, le daré la mejor impresión posible, ¿Sí?-
Obvio no lo iba a hacer, el pequeño ángel es mío, sólo mío.
-Ok, gracias hyung-
Me abrazó con fuerza.
-No es nada, pequeño-
Acaricié su espalda.

...

Faltaban treinta minutos para conocer a los dos amigos de mi ángel.
-¿Ya está la mesa puesta pequeño?-
-Ya casi-
Estaba terminando de servir la cena y darle presentación, mientras MI pequeño terminaba de poner la mesa.
Salí de la cocina con el plato principal en las manos, colocándolo en el centro de la mesa.
-¿Listo?-
-Todo listo-
Tocaron el timbre.
-¿Vas o voy?-
-Yo voy, hyung-
Asentí y me quedé parado junto a la mesa para observar bien a ese par.
-¡¡¡Chim Chim!!!-
Un chico pelinaranja abrazó a Jimin muy contento.
-Hola Hobi-
Contestó Jimin riendo.
-Hola Jimin-
Le saludó otro chico mientras lo abrazaba.
-Pasen chicos-
-Gracias-
Contestaron los dos.
Los chicos iban caminando observando con atención cada detalle que estuviera a su vista.
-Uhh... Jungkook, Hoseok, les presento a mi hermano mayor Yoongi-
En cuanto sus miradas se posaron en mí, les sonreí lo mejor posible.
-Me da gusto conocerlos al fin-
-Igual me da gusto conocerlo-
Jungkook hizo una reverencia.
-Es un placer-
Hoseok hizo lo mismo.
-Vengan, vamos a cenar-
Les dije con tono amigable.
Nos sentamos y entre Jimin y yo servimos todo.
-Huele bien-
Halagó Hoseok de repente.
-Gracias-
Contesté serio, pero cortés.
-Jimin habla mucho sobre usted-
Dijo Jungkook de repente, por lo que Jimin se sonrojó bastante, comprobándome que su enamoramiento por Jungkook ahora estaba en duda.
-¿De verdad? ¿Qué les ha dicho?-
Sonreí mirando a mi hermanito, que se notaba nervioso.
-Nos ha dicho que es muy gentil, que entrena en basquetbol y que a veces está muy ocupado en su trabajo, pero que siempre busca la forma para pasar tiempo con él-
Me explicó Hoseok.
-Eso ha dicho entonces-
Sonreí de lado volviendo a mirar a Jimin.
-Sí... También ha dicho que le tiene un gran, gran aprecio-
Añadió Jungkook.
Escuché un estruendo parecido a un golpe, comprobé que lo era por las expresiones de dolor en las caras de Jungkook y Hoseok.
-¿Pasa algo chicos?-
-Nada-
-No, nada-
Jimin los miraba furioso.
-¿En qué trabaja?-
Me preguntó Hoseok para cambiar de tema.
-Ayudo a nuestro padre en la empresa familiar, quiere que aprenda a manejar compromisos y demás para cuando él no pueda tener el cargo-
-Ohhh, qué interesante-
Hoseok me miraba asombrado.
-Ha de ser interesante trabajar con tu papá-
-A veces es un poco tedioso, pero es interesante, Jungkook-
-Voy por el postre-
Jimin se levantó y corrió a la cocina.
-¿Saben porqué Jimin se enojó tanto?-
Le pregunté en un susurro.
-Le avergüenza que hablemos de las cosas buenas que dice de usted-
-Pero aquí entre nos... No deja de hablar o pensar en usted todos los días-
Una confesión bastante valiosa de Hoseok.
-Ohhhh, muy interesante, gracias chicos-
Jimin llegó con los postres, interrumpiendo nuestra conversación.
Nos repartió los platitos en silencio.
-¿De qué hablaban?-
-Nada importante, Jiminie-
Le contestó Hoseok.
Seguimos platicando, en un ambiente un poco incómodo para Jimin y yo, hasta que llegó la hora de que ese par se fuera.
-Fue un gusto conocerlo-
Se despidió Hoseok en la puerta mientras me sonreía.
-Igual-
Contesté sonriente.
-Hasta luego-
Se despidió Jungkook.
-Hasta mañana Chim Chim-
Dijeron al unísono despidiéndose de mi hermano.
-Hasta mañana-
Dejamos la puerta abierta hasta que se alejaron lo suficiente.
Y nos quedamos solos de nuevo...

Hyung, ¿Qué Haces? [ #1 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora