➴❛❛𝐃𝐈𝐒𝐏𝐀𝐑𝐄𝐉𝐎❜❜; 𝐅.𝐖

✿082✿

⚠Lean la nota final, pls⚠
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—Mamá y Nick fueron a comprar comida, ella dejó una nota, y papá llegará en unas horas— avisó él entrando a la habitación.

—Está bien— respondí. —Me alegra que hayas regresado— solté a la vez que pasaba mi mano por su cabello.

—Me alegra haber regresado— respondió. —Te extrañé— terminó, quitó las hojas, libretas y libros que tenía en la cama.

—¿Tendrás problemas por las faltas?— le pregunté y le pasé los libros.

—No, avisé antes de irme, no habrá problema— me sonrió.

—Ya no estudiaré en casa— dije y se sentó junto a mí en la cama.

—¿En serio? ¿Por qué?— cuestionó.

—No quiero, creo que tengo que adaptarme. En unos meses entraré a la preparatoria— contesté y me sonrió.

—A mi me falta medio año para eso— agachó la cabeza y sonreí.

—Disfruta mientras dure— le susurre, levantó la mirada y me vio.

—Está bien— soltó. —Estaba pensando, bueno; recordando, ahora todos saben que somos pareja, ¿cómo te sientes?— preguntó y reí.

—Ahora puedo expresarme un poco más en público, lo podré hacer, me siento increíble, ¿y tú?— le contesté.

—Libre de expresión— ambos reímos. —Me alegra tenerte— completó y nos miramos por unos segundos hasta que él volvió a hablar. —¿Me darías un beso?— me pidió.

Me acerqué más a él y lo hice, había pasado una semana, en realidad lo extrañé. Puse una de mis manos en su cintura, él sumergió sus manos en mi cabello haciendo más profundo el beso. Tomábamos varias caladas de aire y después regresamos a hacerlo. Cada minuto yo estaba más encima de él, lo cual no me gustaba, no quería que pasara algo que no me agradaría después, no a esta edad. Aunque, sinceramente, no creo que pase. Quedé encima de él con mis piernas a los lados de las suyas, deseaba determe, pero sus labios eran tan, ¿adictivos?

—Tenemos que parar— me susurró en el oído mientras yo agarraba su cabello.

—Estoy de acuerdo— le susurre y deposité un beso en su mandíbula, casi llegando al cuello, soltó un quejido.

—No estás ayudando— lo escuché y después sentí sus labios en mi cuello.

—¿Crees que tú sí?— pregunté a la vez que cerraba los ojos.

Sentía algo entre mis piernas, pero no le tomé importancia.

—Mierda— dijo bastante fuerte, me detuve y lo miré.

—¿Estás bien?— le pregunté preocupada.

—Sí— contestó rápidamente. —Tengo que ir al baño— terminó de decir, y me quite de encima.

Él entró al baño corriendo. Yo tenía la respiración agitada, me senté bien. ¿Había hecho algo malo? La pregunta comenzó a invadir mi cabeza. Revisé mi celular, tenía dos llamadas perdidas de Noah, lo llamé.

—Hasta que apareces— escuché decir. —¿En dónde estás?— preguntó.

—Lo siento, tenía el celular en silencio. Estoy en casa de Finn, ¿tú estás bien?— le pregunté.

—Nunca pones el celular en silencio. Sólo necesitaba hablar con una mujer, y pensé; ¿por qué no con mi mejor amiga? Pero veo que estás muy ocupada con tú novio— dijo en un tono bastante serio.