Capítulo VI

1.6K 120 8
                                    

Caída desde lo más alto

¿Cómo se supone que debo pretender salir adelante si mi cerebro apenas puede indicarle a mis piernas que avancen? Me destrozaste. Me heriste. Me olvidaste. ¿Debería llamarle traición? ¿Cómo nombras esta situación? No eres tú, soy yo. ¡Qué frase tan barata! Henry... ¿que fui?, ¿qué soy?, ¿qué tuvimos?

Tiemblo al escribir. Tiemblo como ese día que decidiste marcharte. ¿Esta es la parte en que te odio? Porque no lo estoy haciendo. Te amo, te amo más que nunca. Puedo confirmar que se aprende a valorar aquello que se pierde.

Maldición.
Maldición.
Maldición.

Me duele recordar. Me duele pensar que pocos entenderán mi situación. Me duele mentir, porque sé desde lo más profundo de mí que el amor verdadero jamás se supera, simplemente se guarda en el recuerdo y lo peor es que eres esa memoria que aparece en cualquier instante.

Tengo las manos vacías, te llevaste hasta el último latido. Han pasado días y aún no logro comprender por qué te marchaste. ¿Qué hice mal?

Vuelve.
Ámame.
Abrázame.

Posa tus labios sobre los míos y hazme sentir que todo el cielo. Regresa y muéstrame que el amor existe. Dime que volverás y que todo este martirio acabará pronto.

El amor no se olvida.

Sí, lector.

El verdadero amor es para siempre.

Por si regresas a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora