XII- Robando mi alma

91 21 1
                                    

Sujetaba la brillante hoja entre mis dedos,
Firme y delicadamente como si de un tesoro se tratara,
La miraba fijamente como a un objeto divino,
Como si ese objeto ... mi alma se robara.

La miraba detenidamente, a veces dudaba,
Mi cordura volvía a mí por efímeros instantes,
Para luego darle paso a ataques de locura cada vez mas intensos
En los que le decía a la casi etérea hoja:
«libérame»...
... de mi mismo...

Poemas de un loco enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora