El día que empecé Amarte

Capitulo 13

No estaba seguro de si habría echo bien o mal, simplemente se limitó a lo que sentía en ese momento. Su momento era estar solo.

Le había dolido mucho esa respuesta. Pero era consciente de que solo llevaban días apenas conociéndose. Era comprensible.

Pasaban los días y él seguía tumbado en cama buscando esa respuesta. Esas mismas noches el sueño se hacía más presente. Se abría la puerta y ahí estaba, se cerraba y despertaba.

Sonó el móvil y al comprobar que era Luis lo volvió a dejar en la mesita.

Allí estaba él en la calle mirando a la ventana con la persiana bajada. Estaba preocupado llevaba varios días sin saber de Nacho.

_ Tal vez no es el momento. Tal vez no seamos compatibles. Que pena no haberte conocido más_ dijo Luis sin apartar su vista.

Se marchó.

Pensaba que ya no volvería más a esa casa. No volverá más a buscar a Nacho. Entendió su silencio pero no entendía que le pasaba. Ni siquiera Nacho sabía que le pasaba.

Una mañana se despierta de pronto y se sirve un café.

Le había crecido la barba. Tenía ojeras y su pelo todo alborotado. Se miró al espejo y no era capaz de mirarse en el. Tapándose el rostro con la palma de su mano sobre el cristal.

- No no no ( gritaba ).

Daba impresión de que estuviera poseído. Su cerebro había recibido un golpe y quedaba tocado.

Giraba su mano como queriendo verse, pero rápidamente se volvía a ocultar con ella.  Pensaba en Luis. Él no soportaría verlo así, o tal vez lo ayudaría.

Cuando se dirigía a la sala para tumbarse en el sofá. Recibe un mensaje. Era Luis.
No sabía si abrirlo. Dudaba unos minutos, pero lo abrió.

_ Te quería dejar descansar unos días. Pensé que tú me buscabas y me darías alguna explicación sobre lo sucedido. No me importa ya. No te guardo rencor, tampoco pienso en eso ya. Solo quiero que sepas que fui feliz. Me sentí feliz esos días a tu lado. Deseaba con fuerzas que estuvieras a mi lado siempre. En lo bueno y en lo malo. Al sitio donde voy no me hace falta ya, me quedaré con ese recuerdo de haberte conocido. Se feliz Nacho. Se feliz_.

En ese instante no supo reaccionar y sin darse cuenta borro el mensaje.

Al sitio donde voy no me hace falta ya. Cuya frase había quedado marcado en su cabeza. A que se quería referir pensó.

Ni siquiera una foto tenía, no recuerda hacerse una foto junto a él. Habían vivido cosas pero nunca pensaron inmortalizarla, deseaban y pensaban que duraría por siempre.

Volvió a encender su móvil y buscó su nombre para enviarle un mensaje.

_ luis. Te necesito. Vuelve por favor !!! _

Exclamaba en su mensaje.

Sabía que lo había recibido pero luis jamás contestó al mensaje dejándolo en visto y su conexión dejó de estar activa.

Nacho quedaba mirando su mensaje. Esperando que luis volviera a conectar y responderle o llamarlo.

Cerró el WhatsApp y lo llamó. Pero la llamada se cortaba y el contestador saltó. Intento una y otra vez, no contestaba.

Mira la ventana. Había pensado que tal vez vendría en lugar de usar el teléfono. Pero jamás lo vio.

Se sentó en el sofá y tomó un sorbo de café. Ya se había enfriado y le provocó cierto asco y corrió a calentarlo un poco.  Sonaba el móvil y salió a cogerlo.

Mensaje de Luis.

_ ....... Vamos a dejarlo así. ¿Vale?. Necesito aclararme un poco. Necesito cambiar el aire. Si algún día vuelvo. Ojalá estes ahí. Aunque siempre recordaré el día que empecé amarte y quererte _.

Nacho apaga su móvil y se sienta en el sofá. Quedaba anclado. Sus ojos no conseguían pestañear. Su mirada quedaba perdida al igual que su mente.  Se le había resecado sus labios después de aquel sorbo de café frío.

La alarma del microondas sonaba ya estaba listo pero no le hacía caso. No lo escuchaba.
Le daba igual. Ojalá explotara deseaba.