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Hermione arrugó la nariz ante la expectativa de que faltaban dos días para San Valentín.
Solo se quedó observando con interés nulo el movimiento que había en su habitación. Lavender había convocado a todas las chicas de la casa del león para una reunión de emergencia. El tema principal era eso mismo. San Valentín. Y como faltaba solamente dos días, ninguna de las chicas dudaron en cuestionar cual sería el mejor regalo para el día de los enamorados. Como en ese año, el sagrado día de los enamorados caía en un día sábado, el profesor Dumbledore no dudó en dar un permiso especial para todos los estudiantes para una salida a Hogsmeade el cual sería el día siguiente. Por lo que ahora, toda la comunidad femenina de Gryffindor se hallaba en la habitación de las chicas de sexto, más específicamente en su habitación.
—Muy bien, muy bien— dijo finalmente Lavender Brown acallando a todas con una sonrisita en el rostro —Todas sabemos que San Valentín es una fecha para declararse al amor de su vida— todas asintieron dándole la razón, a excepción de Hermione que volvió a su lectura después de soltar un bufido poco femenino —por lo que regalar bombones es un clásico modo de decir que le gustas a ese chico...— las risitas de enamoradas no se tardaron en hacerse oír — ¿Pero, por qué no regalar otro tipo de cosas? ¿Algo más original, más interesante?— preguntó con una mirada que demostraba que ella sabia algo que las demás no.
El repentino silencio en la habitación hizo que Hermione alzara la mirada de su libro y enarcara una ceja, curiosa por el repentino silencio y que todos lo ojos estaban clavados en Brown.
— ¿A que te refieres?— preguntó una chica de cuarto año que fue secundada por varios asentimientos de cabeza. Al parecer no era la única que pensaba en eso.
—Pues Lav y yo, tenemos el placer de ofrecerles exclusivamente a ustedes chicas, los primeros y únicos productos de la línea WonderWitch— dijo con una sonrisa cuando Lavender hizo aparecer una mesa en frente de todas, la cual contenía varias botellitas de colores y cajas llamativas.
—Y para explicarles el funcionamiento de estos productos chicas— dijo Lavender ubicándose al lado de su morena amiga — ¿Quien sino que los creadores de estas maravillas para explicarles?, ¡Con ustedes los gemelos Weasley!— exclamó con una risita.
Hermione entornó los ojos cuando supo que los gemelos tenían algo que ver con esa cosas ¿quienes sino? Observó con sorpresa como en lo que parecía dos calderos grandes, apareció llamas verde, parecido al flu, y como de la nada aparecieron los gemelos Weasley.
Se preguntó donde es que Lavender había sacado algo como eso porque hasta donde sabia no estaba permitido las apariciones y las redes flu estaban conectadas en las chimeneas del profesorado y que ella supiera, solamente en la sala común había una chimenea para hacer eso. Pero lo que más le sorprendió es ver como los gemelos se las habían arreglado para aparecer en la habitación de las chicas, ya que prácticamente para estar en las habitaciones se tenía que subir por las escaleras y si es que un chico pisaba al menos un escalón, era expulsado por el tobogán.
También recordó los vagos intentos de los gemelos por invadir ese territorio.
Finalmente llegó a la conclusión de que ellos sabían más de lo que aparentaban, que los había subestimado y mucho, y que habían confabulado con Lavender y Parvati para que se lograran aparecer sin ningún problema.
Entrecerró los ojos al llegar a la conclusión de que más de una regla fue rota en una sola noche y que tenía que intervenir como en calidad de prefecta, pero antes de que pudiera abrir la boca siquiera se oyó la voz entusiasta de Fred.
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Un San Valentín de locos
FanfictionLos gemelos Weasley planearon para esta fecha rebajar sus productos de amor para que así ningún mago o bruja se quedasen solos en ese día ¿el problema? El caos se ha desatado en Hogwarts y nadie esta a salvo. Disclaimer: Los personajes de Harry Pott...