Al día siguiente
Después de haber dormido más de lo usual, ya que anoche me acosté tardísimo, y de haber pasado un domingo relajado en casa; es hora de alistarme para la cena con Lucas. Elijo un conjunto compuesto por una falda corta color blanca y blusa de tirantes pegada al cuerpo del mismo color y una americana color negro con detalles en blanco y zapatos de tacón haciendo juego. Busco mi bolso favorito de Prada que combina, y me aseguro que mi cabello castaño claro caiga adecuadamente en ondas por encima de mis hombros.
—Perfecta. —me digo a mi misma frente al espejo y salgo de la habitación.
Bajo la escalera y me despido de mi padre quien está leyendo un libro en el salón principal de la mansión. —¿Saldrás? — me pregunta con una tímida sonrisa.
—Si padre, iré a cenar con unas amigas. — miento.
« Supongo que no le gustará la idea de que vaya a cenar con quien será su socio».
—Cuídate. — me pide como siempre y le lanzo un beso a la distancia.
—¡Te quiero padre!—digo sonriente y salgo de la casa.
Subo a mi Audi R8 color rojo, y emprendo camino rumbo al restaurante donde me ha citado Lucas.
"La Savina Medittaranean Grill", es el restaurante que ha escogido y vaya que este hombre si sabe dónde ir a cenar. Se trata nada más ni nada menos del restaurante más lujoso de Miami y está ubicado en el corazón de South Beach. Ya había estado aquí antes y me encanta, está inspirado en la isla española Formentera y la comida es increíble, sin mencionar que la decoración es de un gusto exquisito.
Entro en el área de valet parking, y una vez que el hombre que trabaja allí me abre la puerta, bajó del auto. — ¿Apellido por favor? — me pregunta para escribirlo en el papel del valet.
—Di Marco.— digo y le sonrio.
—Muchas gracias señorita Di Marco, bienvenida a La Savina.—dice amable y me mira un poco más de lo debido, pero no me molesta.
—Gracias.— respondo y camino hacia la entrada.
—Buenas noches, ¿Tiene reservación? —me pregunta la hostess del restaurante al llegar.
—El señor Sandonini me está esperando.—le dejo saber y ella sonríe.
—Marc, ¿Podrías llevar a la señorita Di Marco a la mesa del señor Sandonini? por favor— le pide al joven de cabello rubio que está a su lado y el asiente.
—Por aquí por favor. —me dice y lo sigo hasta que lo veo a él.
Se ve guapísimo. Camisa negra con sus primeros dos botones desabrochados, mangas remangadas hasta los codos y pantalón de vestir haciendo juego. Sus ojos azules me miran sin tregua y esboza una sonrisa amplia cuando me detengo a su lado.
—Buona notte bella.— dice con su exquisito acento y se pone de pie para darme dos besos.
—Buenas noches. —digo sonriente y vaya que huele exquisito. Podría reconocer ese perfume a miles de kilómetros; Invictus de Paco Rabanne.
—Permíteme. — dice y aparta la silla opuesta a él para que me siente. — Luces hermosísima. — comenta en lo que parece casi un susurro mientras tomo asiento; es increíble lo nerviosa que me pone su voz. Jamás me había ocurrido algo así antes.
—Muchas gracias. — logro decir sonriente y lo observo sentarse frente a mí. Debería ser prohibido que un hombre sea tan guapo y mucho más que huela así.
—¿Champagne? ¿Vino? ¿O un cóctel? — me pregunta sin dejar de mirarme.
—Champagne.—respondo firme y sonríe.
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Atrapada en la Venganza de un Millonario
RomanceSienna Di Marco, es la hija de un importante empresario de la industria naviera en la ciudad de Miami, Florida. Su padre, Mauricio Di Marco; busca hacer negocios con Lucas Sandonini. Lucas es el hijo de uno de los empresarios más importantes de la i...