9. Conociendo A La Familia

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Intento zafarme, pero es difícil, sus brazos me tienen amarrada a él y su boca no le da tregua a la mía ¿Por qué tiene que besar tan bien? Mi mente vuelve a tener algo de cordura y consigo morder sus labios haciendo que se queje y finalmente se aparte de mí.

—¡¿Pero qué haces?!— exclama quejándose del dolor y yo solo lo miró seria.

—¡¿Tu quién te crees para besarme?!—replicó de la misma manera y el me sujeta del brazo.

Nuestras miradas se desafían mutuamente y si fueran balas; probablemente estaríamos heridos.

—Tu esposo, y ten en claro que esto no se quedara así. —me advierte.

Sus palabras causan escalofríos en mi cuerpo y no sé bien que esperar de él.

— Ni se te ocurra tocarme porque ahí sí que me olvidare de todo. — digo y soy yo quien le advierte esta vez.

—Me gusta que tengas carácter.— dice con una sonrisa que quisiera borrarle y luego con su dedo quita la sangre que ha quedado en su labio. —Ahora iremos afuera a ver a mis padres. Se llaman Carlo y Laura. — me deja saber bajito mientras nos acercamos a la puerta del jardín.

—Perfecto. Espero que sean mejores personas que tú. —replico con enfado y al pasar la puerta del jardín finjo mi mejor sonrisa.

Vamos caminando hacia ellos y al acercarme me doy cuenta de que su madre es una mujer con mucha clase. Su cabello es oscuro y llega por encima de sus hombros, sus ojos son de color marrón y es bastante delgada. Por el otro lado, su padre tiene el cabello gris, pero el mismo color de ojos que Lucas. Es bastante alto y de silueta un poco más grande, aunque es bastante delgado por la altura que tiene.

—Buenas tardes familia. — les dice en español; cosa que agradezco, ya que mi italiano es muy limitado. El los saluda amablemente y luego regresa a mi lado. —Les presento a Sienna; mi esposa. — les informa con un fingido tono de orgullo.

Deberían darle un Oscar por tan buena actuación, aunque yo no me quedo atrás. Sonrió ampliamente y me acerco más a ellos.

—¡Sienna! ¡Hasta que por fin podemos conocerte! — dice su madre con ese acento que tan bien les queda a ellos y se pone de pie para abrazarme. —Bienvenida a casa. — comenta amablemente y la abrazo.

—Muchas gracias, señora. — respondo de la mejor manera que puedo.

—Laura, dime Laura. — me pide y asiento.

—Sienna, un gusto conocerte. Bienvenida a la familia. — me expresa su padre y me saluda de manera cordial.

—Gracias señor; un gusto conocerlo también.— rebato amable, y al igual que su esposa; me pide que lo llame por su nombre.

—Tomen asiento; le pediré a Rita que traiga café y una torta caprese.—nos pide y con la mirada Lucas me dice que haga lo que su madre sugiere.

Nos sentamos uno al lado del otro del otro lado de la mesa donde estaban sus padres y sin poder evitarlo miro a mi alrededor. El jardín es precioso; tienen una piscina inmensa y el trabajo de paisajismo es exquisito.

—Su jardín es precioso Laura.—expreso y ella me sonríe con orgullo.

—Es mi lugar favorito de la casa. — me dice y no entiendo como sus padres pueden ser tan amables y el en cambio es un egocéntrico insoportable.

—Tu casa debe tener vista al mar, ¿no? — me pregunta su padre.

—Sí, la casa donde vivía con mi padre estaba ubicada en una de las bahías de Miami e incluso tenemos hasta un muelle. — le explico con ganas de volver allá. 

—Me imagino que te encanta, pero la casa donde vivirás con Lucas también es hermosa. — me dice y no entiendo nada.

«¿Casa que viviré con Lucas? ¿De qué casa están hablando? Tenía entendido que nos quedaríamos solamente una semana aquí.» Miro a Lucas intentando obtener una explicación, pero él ni siquiera me mira

—Padre, era una sorpresa. — le reclama algo serio.

—¿Aún no la has llevado allí?— le pregunta confundido.

—No padre, es que la he mandado a redecorar para que a ella le guste. —explica y creo que esa es una mentira para que sus padres no se den cuenta de la verdad.

—Lo siento hijo... Y Sienna, Lucas nos ha dicho que en la empresa de tu padre tú eras la relacionista pública, ¿cierto? — me pregunta cuando llegan los cafés y la torta caprese.

Intento mantener la compostura y no formar un escándalo aquí mismo...

—Si, es cierto.— me limito a responder.

—Mi hijo nos habló mucho de ti. Esta muy enamorado. — comenta sonriente y cuando miro a Lucas él tiene una enorme sonrisa en su rostro.

—Su hijo es un romántico. — afirmo intentando no sonar sarcástica. —Yo también estoy muy enamorada del él. — miento e insisto que deberían darme un Oscar por la manera en que me aferro a su brazo y apoyó mi rostro en su hombro.

—Se les ve muy bien juntos.—expresa su madre y nuestra tarde se pasa en contarles la misma historia que Lucas le ha contado a mi padre.

Los escucho y me escucho a mí, y no sé en qué momento mi vida se ha convertido en toda esta mentira.

—Padres, si nos disculpan; nos vamos a ir a nuestro cuarto. El viaje ha sido muy largo, pero nos vemos para la hora de la cena.— les dice.

—Hijo, hoy cenaran solos aquí. Tenemos un evento de la fundación.— se explica su padre y no puedo creerlo...

«¿Cenar solos? Eso no suena bien »

—De acuerdo padre, en todo caso nos vemos mañana.—responde.

Nos levantamos de la mesa y cuando estamos lo suficientemente lejos de ellos, clavo mi mirada en mi esposo.

—Tú lo sabías...—le reclamó.

—No, no lo sabía.—asegura firme y con una estúpida sonrisa que quiero quitarle con una bofetada.

Definitivamente disfruta de verme sufrir. No me agrada nada la idea de saber que estaré sola con él.



Atrapada en la Venganza de un MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora