Madre Mia Soy Gay!

DÍA 2

Desperté con los acostumbrados lengüetazos en la cara por parte de mi mejor amigo Cherry. Mi gato.

Era todo un divo. Había que acariciarlo solo cuando él quería, y cuando no quería que lo toquen mostraba esas afiladas garritas mortales que usaba como escudo anti-humanos. Ni Wolverine se comparaba con esa máquina asesina con pelo.

Después de su sesión de caricias matutina, fui a desayunar con mi hermana Alexia, dos años mayor que yo y mi polo opuesto. Ella era la hermana buena, y yo el gemelo malvado, algo así como Bart.

Al terminar mi pan tostado con mantequilla de maní y mi café, me prepare para ir a la universidad. El camino me gustaba, siempre caminaba por el largo parque que me daba una buena vista de la poca naturaleza que existía en la cuidad.
Apenas llegue, Matt ya se estaba burlando de mí como imagine que pasaría.

- Como amaneciste Mac ¿soñaste con el chico castaño?

Pregunto entre risas antes de quedarse sin aire por el golpe que le di en el estómago.

- Me debes 500. Le recordé sonriendo al voltear y ver llegar a Mariana.

Morena, de pelo negro rizado, alta y de curvas pronunciadas. No había duda que era hermosa, y no había nadie más con quien quisiera estar.

Me dio un beso corto en los labios en forma de saludo, después llamarme Maqui. La verdad no me gustaba ese apodo, pero si se lo decía probablemente se molestaría, ella lo amaba. Llevábamos 3 meses juntos. Bueno, no eras precisamente una pareja, éramos más como amigos con beneficios, lo que estaba bien para ambos.