Ese mismo fin de semana, Matt y yo fuimos a un bar de ambiente en los suburbios de la cuidad.
El lugar era bastante grande. La música a todo volumen y la gente bailando en la pista no encajaban para nada con la idea que tenía sobre estos lugares. Para ser sincero, creí que sería una especie de cueva llena de colores, con gente semidesnuda agitando la bandera gay y riéndole tributo a Lady Gaga.
No me juzguen, todos pensamos así alguna vez. En fin... prejuicios que tiene uno.
Llegamos a la barra y pedimos dos cervezas frías.
- ¿Y bien?
¿Ya viste alguien que te guste? Pregunto Matt burlonamente mientras pedía otra ronda de cervezas para continuar la diversión.
Esto era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, he de admitir que me siento mucho más cómodo cuando voy a ligar con chicas, siento que es más fácil hablar con ellas.
- ¿Qué tal él?
Pregunte señalando a un chico rubio no muy lejos de nosotros que bailaba provocativamente junto a otro quien parecía ser su pareja.
- Pues no voy a negarte que sería muy divertido ver como un marica te golpea, pero hay más opciones. Respondió volviendo la vista a la pista, donde segundos después se le iluminaron los ojos, pero de forma siniestra a mi parecer.
- Ese, Señalo a un chico castaño sentado en la barra bebiendo y charlando con el barman.
- ¿Ese? Pregunte incrédulo mirándolo detalladamente. De todos los que estaban en el lugar, parecía el más... simple.
- Si, ese. Te lo puse fácil así que no te quejes y mueve el trasero hacia allá.
- No es una buena elección de palabras, Le contradije de forma obvia.
- Como sea, será fácil. No necesito una semana, tendré mis 300 dólares esta noche. Respondí con seguridad.
Me levante con mi botella de cerveza en la mano, me arregle el pelo y con la mejor sonrisa que pude, camine hasta llegar donde el chico. Me senté dejando la bebida en la barra y carraspee para llamar su atención.
El chico, algo confundido volteo a verme con una ceja levantada, lo que logro que mi confianza se desvaneciera en un segundo. Me quede colgado como idiota por unos segundos, en los que el chico parecía querer romper el silencio, pero al igual que yo, no sabía que decir.
- ¿Te sirvo algo? Pregunto el barman, rompiendo la tensión que mi falta de coqueteo con hombres había logrado.
- Una cerveza. Respondí acabándome la poca que quedaba en mi botella.
- Lo siento. Solo venía a... invitarte a bailar. Dije algo nervioso por la situación.
El chico después de soltar una carcajada respondió
- Claro
Se levantó de su asiento caminando hacia la pista, lo seguí lentamente pensando si tal vez Matt me daría 100 dólares por el esfuerzo, en caso de que decidiera salir corriendo ahora. Volví a la realidad cuando el chico castaño me tomo de las caderas, me sonrió de lado y empezó a bailar, muy bien debo admitir.
No estaba mal, de hecho empezaba a divertirme, o al menos así era hasta que el chico castaño empezó a pegarse a mí, demasiado...
Bajo sus manos hasta mis muslos y ¡empezó a apretarlos!
Alarmado me separe de golpe.
- ¡¡No soy gay!! Grite en medio de la pista. Todos alrededor voltearon a mirarme extrañados e incluso algunos empezaron a burlarse de mí.
Bueno, ahora sé cómo se sienten los gays cuando alguien se ríe de ellos por serlo... y no es agradable.
- Aquí no tienes que ocultarte. Me dijo el chico que me había tocado el culo hace unos segundos
- si quieres podemos ir a un lugar más... privado.
Me sonroje imaginando lo que podría pasar en esa situación. Moví la cabeza en señal de negación y volví con Matt, quien estaba casi orinándose de la risa por mi escena de hace un rato.
- Quiero mis 300 dólares ¡ahora!
Exigí completamente avergonzado intentando recuperar el color normal en mi rostro, mientras Matt me palmeaba el brazo recuperándose el aire por la risa.
- Ese no era el trato. Con un beso hubiera bastado, yo no te dije que te dejaras violar. Respondió volviendo a estallar en risa llamando la atención de varias personas.
- Me debes al menos 500 dólares por esto !idiota!
Respondí molesto saliendo de allí a toda prisa.

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Madre Mia Soy Gay!
HumorSu mejor amigo Matt lo volvió gay por una apuesta? Mac intentara conquistar a un chico en una semana, poniendo a prueba su heterosexualidad, y muy seguro de sus encantos, empezara su loca aventura en un bar.