CAPÍTULO 5. Cuanto dolía.

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"Lo entendía todo, menos a mí."

Playlist: A little death - the neighbourhood

Liam OPV

—Supuse que estarías con tu amiga—solté de repente.

Las palabras salieron casi por si solas, provocando una ligera sonrisa de su parte.

Descarado.

—No creo que debas de preocuparte por ella.

— ¿Qué? ¿Piensas que lo hago? Tú tienes tu vida y no pienso entrometerme.

Él me miro serio, intentaba analizarme, soltó una risa sin humor.

Comenzó a acercase, provocando que yo retrocediera. El maldito baño se sentía más pequeño cada vez.

Yo me estremecí. Era consciente de que ambos estábamos un poco ebrios, pero nada cambiaba el hecho que esto no era correcto.

¡No éramos nada!

— ¿Tienes idea de las ganas que te tengo?—dijo llevando ambos brazos hacia la pared en la que yo estaba pegado.

—Vete a la mierda—respondí de mal humor.

Lleve mis manos a su pecho, resistiendo de no tocarlo como en realidad quería. Lo empujé levemente.

—Sabes...en realidad no te entiendo—frunció el ceño molesto. —Actúas como si quisieras alejarte de mí, y luego vienes con que "seamos amigos".

Sí él tenía razón. Pero al escucharlo de él se escuchaba realmente estúpido de mi parte.

— ¡Claro lo olvidaba! Tú acostumbras a enredarte con tus "amigos"—resalté de la misma manera que él.

Tenía un segundo propósito con eso, y supe que lo entendió cuando entorno los ojos.

Sí, Theo me encantaba a tal punto que yo fui capaz de perdonarle todo. Pero también era consciente de toda la situación. Constantemente tenía miedo de pensar que él era capaz de acostarse con cualquiera, aun cuando estaba conmigo.

— ¿Que hacemos aquí?—preguntó recostándose en la pared.

—Eso me pregunto yo. Fuiste tú quien me encerró en primer lugar.

Era un hecho que si yo hubiese quiero irme lo hubiera hecho desde que vi que era él. Pero por alguna tonta razón quería estar con él. No sé qué andaba mal mí, pero donde sea que Theo estaba, ponía mis nervios de punta.

En un rápido pero suave movimiento él logro colocarse frente a mí de nuevo. Sabía lo que pretendía conmigo, él no esperaría mi permiso. Nunca lo hacía.

Su mano rozó con la mía, aun sin estar tan cerca, baje mi mirada a donde nuestros dedos comenzaban a rozarse suavemente. Mi cuerpo reaccionaba casi al instante. Sin que me diera cuenta, entrelazó su mano con la mía y me jaló de inmediato hacia él.

Se sentó en la tapa del retrete, me atrajo sin dudarlo para que me coloque sobre su regazo. Lo que más me sorprendió fue que yo me acomodé con ambas piernas a los lados. Las palmas de las manos me estaban sudando. Sus ojos no se desconectaron de los míos en ningún momento.

Su mano que un sujetaba la mía, la llevo hacia su hombro, dejándola reposar ahí. Paso su mano a mi cintura, mientras la otra la llevo hacia mi barbilla.

Tenía que reconocer que esto no iba a funcionar.

Pero presiono sus labios sobre los míos, y volví a caer.

Complicado®  {Thiam}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora