Verte | Ragoney

Capítulo 8

-No, Raoul, no me pongas en esta situación... No quiero ser yo el que decida por los dos.

-¿Quieres que decida yo?

-Lo preferiría...

-No quiero que seamos nada.

-Oh, vale...

-Ey, Agoney... ¿Quieres ser mi novio?

-¿Y esa bipolaridad? Ahora no quiero.

-Jo, pero si era broma...

-Claro que quiero, estúpido.

-Te amo, niño.

-Y yo, rubio.

Me besó.

-¿Te das cuenta de lo rápido que ha pasado todo? —Me preguntó.

-Si... Creo que es por el mundo en el que estamos metidos... Aquí es todo diferente.

-¿Tienes miedo a que cuando salgamos no sea igual? 

-Ahora mismo sólo quiero no salir nunca. Pero si, aunque espero que nos quede mucho para salir.

-Yo también, y no creo que esta semana nos nominen.

-Eso espero, nos estamos currando mucho la interpretación.

-¿Qué interpretación? 

-También es verdad, jajajaja. Estoy tan contento de que me haya tocado contigo esta canción... Imagínate que me toca con Cepeda o así, me muero.

-Oye... Sobre eso... He pensado una cosa.

-Dime.

-Podríamos besarnos al final. 

-¿Qué?

-Total, ya nos hemos besado en clase de los Javis y... Sería una forma de demostrarle al mundo que te quiero sin que ellos lo sepan del todo, porque, al fin y al cabo, es una interpretación.

-¿En serio estás dispuesto a eso?

-Claro.

-¿Pero y cuándo? O sea, ¿cómo? Ay.

-¿Te ha gustado mi idea, eh?

Me puse a saltar en la cama de Ricky cual niña emocionada con su juguete nuevo.

-Siii. 

-Oye, ¿cuándo se lo decimos?

-¿Te parece bien el jueves? Después del pase de micros.

-Si, nos viene bien un tiempo para reflexionar sobre lo que queremos decir...

°Jueves° 

-Hostia, Agoney.

-¿Qué?

-El pase de micros.

-Joooder. Es verdad. ¿Cuánto queda? 

-Nada, dos minutos.

-Venga, vamos. 

-Primer pase  de micros para la gala 7 de Operación Triúnfo.

Estaba todo el tiempo tiempo nervioso, esperaba que nos saliese mejor que en clase de los Javis. Cuando por fin llegó nuestro turno empezamos a cantar y entonces me acordé. ¿Querrá que le bese hoy ya? No sé qué hacer, se acerca el final de la canción. Mejor no, no le beso, no quiero incomodarle. Se acabó la canción y atraje su cabeza hacia la mía poniendo mi mano en su nuca, quedamos frente con frente y escuché aplausos a nuestro alrededor; pero para mi, en ese momento, sólo existíamos él y yo.