Capítulo 7

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Antes de eso ya había hecho algunos comentarios que me dejaron flipando. Javi sugirió que nos besáramos y parecía que para él era lo peor del mundo, dijo que le sería más fácil besar a Mireya, y que le daba mucha vuergüenza... Se comportaba como si nunca me hubiese besado. Al final cedió y se acercó a mi. Iba a besarme pero se apartó. 

-Venga ya. Quítatelo de encima. —Dije, refiriéndome al miedo a que los demás sepan algo de nosotros.

En ese momento me lo tomé a risa. Supuse que era parte de su plan para intentar ocultarlo. Pero ya no lo sé.


*narra Raoul*

Madre mía, me estoy comportando como un imbécil. No sé por qué lo hago. Pero me sale solo, es como una coraza para intentar ocultarlo. Pero sé que a él le duele, y no puedo seguir así.

Los Javis nos mandaron cantar la canción con la música y me puse muy nervioso. La habíamos cantado a capella y había sido horrible, nos equivocamos en la letra, no me salía el tono, las voces estaban desempastadas... Habíamos perdido nivel desde ayer. Con la música fue algo mejor, me equivoqué en la letra al principio, pero iba bien de tono. Seguía faltando la conexión. Cuando empecé a cantar intenté mirarle, para conectar, pero él no me miró. Estaba enfadado, y me lo merecía.

-¿Confías en mi?—Le dijo Javi Calvo a Agoney.

-Sí.

-¿Tú confías en mi?

-A veces. —Respondí.

-No, dime, hoy. ¿Hoy confías en mi?

-Si, hoy si.

-¿Y quieres?

-Venga, si.

Espero que Agoney se dé cuenta de lo que estoy haciendo por él. Que a saber el ejercicio que nos tienen preparado Los Javis... Qué nervios.

Nos explicaron la situació previa y la representamos. La primera vez estaba un poco nervioso. Pero cuando nos mandaron repetirlo, mandé mis nervios a la mierda. Y entonces todo fluyó. Como ayer. Como si estuviésemos solos. Me emocioné cantándola porque pensé en nosotros y... Fue precioso.

Acabó la clase y Agoney se fue hacia la habitación. Caminé detrás de él.

-Agoney, espera.

-¿Qué?

-Lo siento, sé que he sido un gilipollas, para variar.

-Shh, ven.

Cogió mi mano y me llevó medio corriendo a la habitación.

-Raoul, el directo.

-Ya lo sé, lo siento. Se me olvida.

-Vale, es igual. —Suspiró y se tumbó en la excama de Ricky, la que le quedaba más cerca. Me senté a su lado.

-¿Me perdonas?

-Sí, Raoul, te perdono. Pero tienes que entender, que no puedes ser un Raoul diferente conmigo si hay gente. Ni hacer algunos de los comentarios que haces. Es que si sólo me vas a tratar bien en las habitaciones y fuera vas a hacer como si te diese asco, pues...

-Tienes razón... No lo volveré a hacer. Oye.. He tomado una decisión y me gustaría comentártela, a ver si te parece bien o no...

-¿Cuál?

-Quiero que se lo digamos a los chicos.

-¿Y esto ahora por qué? Raoul... No tienes que demostrarme nada. Mira, al principio me enfadé muchísimo,  pero en la representación de la escena... Fue diferente. Lo sabes. Me buscabas con la mirada, y transmitías como nunca has transmitido, ni con Million Reasons. Y eso no lo puedes fingir.

-Es que te quiero. No lo finjo. Te quiero. Pero no es por ti por quién quiero decírselo a ellos. Es porque creo que no tenemos por qué ocultárselo a nadie. Y sé que ciertos comentarios que haga para intentar esconderlo pueden estropear la relación y no me quiero arriesgar.

-Sabes que lo que tú quieras, para mi está bien.

Seguía mirando al techo. Levantó los brazos y los puso tras la cabeza.

-Ago, ¿otra vez? —Las marcas en su barriga.

-Me duelen un poco.

-Hay que llevarte al médico.

-Que no, paranoico, que ya se me pasan.

-Lo que dijiste antes en clase de los javis... De que no te quitabas la camiseta porque estabas gordo... ¿Lo decías en serio?

-Claro.

-Eres imbécil.

-Lo sé, pero no más que tú.

-No, en serio. No estás gordo. No sé donde lo ves tú.

-Ya... No sé.

-Oye, ¿qué te pasa? No estás bien.

-Ya... No lo sé. Creo que nada. Tengo ganas de llorar, no sé por qué.

Me tumbé con él y le abracé. Puse su cabeza en mi pecho y le acaricié el pelo, me encantaba hacerlo.


*narra Agoney*

Puso mi cabeza en su pecho y me acarició el pelo. Me encanta que lo haga. Llevo tiempo dándole vueltas a algo y... No quiero agobiarlo pero necesito respuestas, porque no puedo vivir así. Cogí aire, intentando tranquilizarme. A lo mejor le parecía mal que se lo preguntase y que se enfade conmigo ahora es lo que menos quiero.

-Oye, Raoul, ¿qué somos?

-Pues no sé. ¿Por qué? ¿Te agobia ese tema?

-No, pero... Yo te quiero, tú me quieres y... Aún somos amigos.

-No, no somos amigos...

-¿Entonces qué somos?

-Somos lo que tú quieras que seamos, amor.






Verte | RagoneyWhere stories live. Discover now